Crónica España.

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La Fundación La Caixa brinda apoyo a más de 2.900 ancianos solos en España en 2024.

La Fundación La Caixa brinda apoyo a más de 2.900 ancianos solos en España en 2024.

Los especialistas hacen hincapié en la relevancia de enfrentar la vejez y la soledad, un tema que cobra vital importancia en nuestra sociedad contemporánea.

En Barcelona, el 23 de diciembre, se dio a conocer que el programa Siempre Acompañados, implementado por la Fundación La Caixa, ha brindado asistencia a más de 2.900 personas mayores en situación de soledad en toda España durante el presente año. Sorprendentemente, casi el 70% de los participantes han reportado una mejora en su bienestar emocional gracias a esta iniciativa.

Este programa se estableció hace una década con el objetivo de abordar el fenómeno de la soledad en todos los periodos de la vida, pero haciendo énfasis en las personas mayores, tal y como manifestó la fundación en un comunicado emitido este lunes. Diversos expertos han comenzado a debatir sobre los desafíos que conlleva envejecer y lidiar con la soledad.

El director científico del programa, Javier Yanguas, destacó la importancia de saber enfrentar y gestionar las transiciones que se presentan a lo largo de la vida, ya que esto resulta crucial para poder soportar los sentimientos de soledad que ello puede generar.

Por su parte, Camino Oslé, doctora en Pedagogía, trabajadora social y gerontóloga, así como miembro del Comité de Bioética de Navarra, identificó dos tipos de factores que influyen en la soledad de los mayores: los factores individuales, que abarcan la movilidad y la capacidad cognitiva, y los factores colectivos, que dependen de la calidad de las relaciones sociales que se establecen.

Oslé también afirmó que la soledad en la vejez debe analizarse desde una perspectiva de género, dado que esta afecta más a las mujeres mayores. Esto es el resultado de su mayor esperanza de vida en comparación con la de los hombres, lo que, a menudo, las expone a sufrir más las dificultades asociadas al envejecimiento.

La especialista advirtió que la soledad de las mujeres se intensifica cuando su rol como cuidadoras concluye, lo que se observa cuando los hijos abandonan el hogar o cuando se encuentran viudas. Sin una red social establecida, muchas de estas mujeres tienden a recluirse en sus hogares, cayendo en patrones de aislamiento.

Desde otro ámbito, Isabel Cabrera, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora del equipo Cuidemos, subrayó la influencia del contexto sociocultural actual en el aislamiento social y en la capacidad de establecer redes de apoyo. Explicó que muchas personas alrededor de los 60 años empiezan a asimilar estereotipos relacionados con la vejez, lo que provoca inseguridades sobre sus propias capacidades. Además, puso de manifiesto que a menudo no expresan sus sentimientos de soledad, aunque reconoció que ignorar estas emociones se convierte en un obstáculo para buscar ayuda.

En línea con este pensamiento, Marino Pérez, catedrático de Psicología en la Universidad de Oviedo y escritor, criticó lo que él denomina la "tiranía de la felicidad". A su juicio, se ha creado una gran presión social por ser feliz, a menudo desde una perspectiva individualista, lo que puede resultar en un efecto adverso. Considera que es injusto pensar que las personas mayores deben estar siempre alegres y activos ahora que están jubiladas, ya que la vida no se compone de una búsqueda constante de euforia o felicidad permanente.

Para Pérez, uno de los grandes desafíos hoy en día consiste en preparar a las nuevas generaciones para que aprendan a envejecer y enfrentar la soledad de manera adecuada.

En el contexto de una sociedad que tiende a glorificar la juventud, el doctor en Filosofía, Teología, Pedagogía e Historia del Arte, Francesc Torralba, señaló que el modelo de hombre o mujer que se proletariza en los medios de comunicación es aquel que exhibe juventud, belleza, salud y riqueza. Esto, a su vez, genera un temor a ser estigmatizado, motivo por el cual lo que no encaja en este ideal se tiende a ocultar.

Finalmente, Joan-Carles Mèlich, doctor en Filosofía y Letras y Premio Nacional de Ensayo 2022, expresó que la soledad no tiene por qué llevar consigo un significado negativo. En ocasiones, cuando esta se asocia a una connotación despectiva, se puede estar hablando, en realidad, de abandono en lugar de soledad genuina.