En un pronunciamiento reciente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha indicado que, siempre que los datos económicos se alineen con las expectativas, es razonable avanzar de forma gradual hacia una postura más neutral en su política monetaria. Este enfoque dependerá de la tendencia de la inflación hacia un objetivo del 2% y del estado del empleo en el país, que debe mantenerse próximo a su máximo histórico.

Sin embargo, es importante destacar que la Fed se tomará el tiempo necesario para evaluar con precisión la información que le llegue, así como la evolución de las perspectivas económicas y el equilibrio de riesgos antes de tomar decisiones sobre los tipos de interés en el futuro.

Esta información se desprende del acta de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), donde se decidió reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, dejándolos en un rango objetivo de 4,50% a 4,75%. Esta decisión refleja un intento consciente de adaptar la política monetaria a las condiciones económicas actuales.

El comité subrayó que, aunque la inflación está en un camino hacia el objetivo del 2%, aún se presenta en niveles relativamente altos. Además, destacó que la economía sigue creciendo a un ritmo sólido y que las condiciones del mercado laboral han mostrado signos de mejora, lo que infunde un cierto optimismo en el avance económico del país.

A pesar de esta perspectiva positiva, el comité fue claro en su disposición de ajustar la política monetaria en reacción a cualquier riesgo emergente que pudiera amenazar los objetivos relacionados con la inflación. Este enfoque cauteloso subraya la responsabilidad de la Fed en la supervisión del estado económico.

En su reunión de noviembre, los miembros del comité concluyeron que realizar un ajuste adicional en la política monetaria sería beneficioso para sostener la fortaleza tanto de la economía como del mercado laboral, al mismo tiempo que permitiría una progresión continua hacia el objetivo inflacionario. Esta inercia hacia la reducción de tipos fue calificada como "apropiada".

Por ahora, la mayoría de los miembros de la Fed opinan que los riesgos asociados a los objetivos de empleo e inflación están aproximadamente equilibrados, aunque reconocieron que las previsiones económicas son, en gran medida, inciertas. Este matiz indica que, a pesar de los progresos, el camino hacia un crecimiento sostenido y manejable podría enfrentar obstáculos imprevisibles.