Crónica España.

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La directora de comunicación de la Fiscalía afirma que la información ya circulaba antes de la presunta filtración de García Ortiz.

La directora de comunicación de la Fiscalía afirma que la información ya circulaba antes de la presunta filtración de García Ortiz.

En un giro inesperado de los acontecimientos, la directora de comunicación de la Fiscalía General del Estado, Mar Hedo, declaró ante el Tribunal Supremo que diversos medios de comunicación estaban al tanto de las negociaciones relacionadas con Alberto González Amador, el compañero de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, mucho antes de la filtración atribuida al fiscal general, Álvaro García Ortiz. Hedo reveló que el jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, estaba difundiendo información incorrecta sobre este caso entre los periodistas.

Durante su testimonio en la segunda sesión del juicio a García Ortiz, quien es acusado de filtrar un correo electrónico sobre un pacto entre la Fiscalía y González Amador, Hedo compartió cómo había tomado conocimiento de las investigaciones el 6 de marzo, tras recibir una llamada del periodista José Precedo, quien indagó sobre una pesquisa que involucraba a Maxwell Cremona, una empresa vinculada a la pareja de la presidenta. Tras realizar una búsqueda, Hedo sospechó que el tema podía relacionarse directamente con González Amador.

La atención mediática aumentó considerablemente cuando, el 12 de marzo a las 6:01 horas, el diario 'eldiario.es' publicó el artículo sobre las acusaciones de fraude fiscal en contra de González Amador. Hedo enfatizó que la presidenta Ayuso atraía un interés mediático excepcional, comparable solamente a casos de gran relevancia nacional. Este aspecto fue finalmente confirmado por la propia Ayuso, quien insinuó una supuesta conspiración en su contra que contribuyó a avivar aún más el interés por el caso.

Hedo también mencionó que el día de la publicación recibió numerosas consultas de periodistas, agotados debido a la presión informativa que generaba el entorno de Díaz Ayuso. A raíz de esta situación, el fiscal de Madrid, Íñigo Corral, mostró su preocupación y buscó ayuda para gestionar la creciente avalancha de preguntas sobre la denuncia que había presentado la Fiscalía contra González Amador.

En futuras comunicaciones con los medios, Hedo mantuvo una conversación con Romero, un alto ejecutivo de 'El País', quien le insinuó que la oficina de Ayuso estaba comprometiendo la verdad sobre un posible acuerdo con la Fiscalía. Aunque Hedo expresó sus dudas sobre esta información, la gravedad de la situación la llevó a contactar al fiscal general, quien ya había sido informado sobre la misma controversia.

Los eventos tomaron un rumbo crítico cuando, en la noche del 13 de marzo, 'El Mundo' publicó que la Fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador. Según Hedo, el fiscal general había escrito que las acciones del Ministerio Público fueron adecuadas y que se estaba preparando un comunicado oficial para desmentir las insinuaciones de manipulación política.

La presión aumentó cuando más medios comenzaron a abordar el tema, provocando un caos informativo entre los periodistas. Hedo describió una "avalancha" de llamadas de reporteros que buscaban aclaraciones, lo que llevó a la Fiscalía a intensificar su comunicación ante la confusión reinante. Era esencial, dijo, actuar con rapidez para asegurar la verdad frente a las acusaciones que se cernían sobre la Fiscalía.

Finalmente, la directora de comunicación reconoció que fue un desafío satisfacer las exigencias de una prensa impaciente. A la 1:47 horas del 14 de marzo, envió un borrador del comunicado a Corral, quien no respondió, pero posteriormente sugirió que no lo publicaría, afirmando que tenía lealtad a la Comunidad de Madrid. Este indicativo de presiones internas refuerza la narrativa de intereses cruzados que ha predominado en el caso desde su inicio.

En su defensa, Corral sostuvo que nunca vio la necesidad de emitir el comunicado, dado que la información ya circulaba en los medios al agregar que él había sido alertado sobre la existencia de un procedimiento en contra de González Amador la mañana del 12 de marzo, después de recibir una llamada de un periodista de 'El País'.

Los testimonios y la dinámica de este caso revelan una compleja red de relaciones entre política y medios, donde la búsqueda de la verdad se ve amenazada por la pujante especulación y el interés mediático, una situación que parece ser característica de nuestro tiempo.