Crónica España.

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La Cruz Roja aumenta en un 27% los rescates en la temporada de playas

La Cruz Roja aumenta en un 27% los rescates en la temporada de playas

En el cierre de la temporada de playas de este año, el servicio de vigilancia y socorrismo de Cruz Roja logró rescatar a un total de 1.597 personas en situaciones de peligro durante sus actividades acuáticas. Este número representa un aumento del 27% con respecto al año anterior, donde se brindó ayuda a 1.159 personas.

Los equipos de vigilancia y socorrismo de la organización atendieron a un total de 41.117 personas, un incremento del 4,8% en comparación con el año anterior, donde se llegó a 39.166 personas atendidas.

Desde el comienzo oficial de la temporada de playas en junio hasta esta semana, Cruz Roja prestó servicios en 142 playas en todo el territorio nacional, con un aumento en los equipos de vigilancia y socorrismo a 1.422 personas.

En cuanto a las atenciones sanitarias proporcionadas, 733 personas requirieron ser trasladadas a un centro médico, un 13% menos que en la temporada pasada.

Este año, Cruz Roja identificó a 633 menores perdidos en las playas donde ofrecían servicio, superando a los 557 del año anterior. En situaciones de emergencia como esta, los equipos de vigilancia activan su protocolo para encontrar a los menores perdidos lo más rápido posible.

Además, Cruz Roja acompañó a personas con diversidad funcional en 15.302 ocasiones para asegurarles un baño seguro en el mar, proporcionando sillas anfibias y otras ayudas técnicas.

La organización llevó a cabo 148 rescates y asistencias a embarcaciones a lo largo de la temporada de playas, un 14% más que en el año anterior.

El responsable del servicio de Playas de Cruz Roja, Miguel Ángel Sánchez, destacó la importancia de concienciar a los bañistas sobre los posibles riesgos de la playa. A lo largo de la temporada, se informó a los bañistas sobre posibles peligros en 478.845 ocasiones en las 142 playas donde se brindó servicio.

Estos avisos se centraron en alertar sobre corrientes peligrosas, zonas de baño no aptas, y otros factores de riesgo como golpes de calor en la playa, con el objetivo de garantizar la seguridad de todos los visitantes.