En Madrid, el 2 de noviembre, se han confirmado los árbitros que dirigirán los encuentros de la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League 2025-26. El rumano István Kovács se hará cargo del emocionante enfrentamiento que tendrá lugar entre el Liverpool y el Real Madrid, mientras que el noruego Espen Eskas será el encargado de arbitrar el partido que enfrenta al Atlético de Madrid contra el Union St. Gilloise, ambos a las 21:00 horas.

Kovács, quien ya ha dejado su huella en la final pasada de este prestigioso torneo, estará al frente del Real Madrid por quinta ocasión en la Champions League. En el césped de Anfield, será respaldado por sus compatriotas Mihai Marica y Ferencz Tunyogi como asistentes, mientras que el VAR estará supervisado por el alemán Bastian Dankert y el suizo Fedayi San atenderá también en el videoarbitraje.

Históricamente, István Kovács ha dirigido al Real Madrid en cuatro ocasiones previas, con un notable saldo de tres victorias y solo una derrota. Entre los encuentros más destacados se encuentran el triunfo por 3-1 ante el Manchester City en el ‘playoff’ de la pasada temporada, y el contundente 5-2 contra el Borussia Dortmund en la fase grupal. También estuvo al mando durante el enfrentamiento que terminó 2-5 en Anfield contra el equipo inglés en la temporada 22-23 y el agónico 4-3 que terminó favoreciendo al City en las semifinales de la 21-22.

Por otro lado, el árbitro noruego Espen Eskas se enfrentará a su primer desafío en la Champions con el Atlético de Madrid, un equipo que buscará aprovechar esta oportunidad para avanzar en la competición. Junto a él estarán los también noruegos Jan Engan e Isaak Bashevkin como asistentes, mientras que la sala del VAR será dirigida por el neerlandés Pol van Boekel, quien contará con la asistencia del británico Stuart Attwell.

Espen Eskas tiene una experiencia acumulada de 12 partidos arbitrados en la Champions League, y en la presente temporada ya ha dirigido un encuentro, en el que el Atalanta logró una victoria sobre el Brujas por 2-1, lo que lo convierte en un árbitro con un comienzo prometedor en la competición internacional.