MADRID, 16 de julio. En un reciente pronunciamiento, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha expresado su seria preocupación por el alarmante aumento de hostilidad y violencia dirigido hacia los inmigrantes en Torre Pacheco, un municipio de la región de Murcia.

La situación ha tomado tintes graves tras la agresión a un anciano local, lo que, según el SJM, ha provocado un incremento de la “furia racista” contra la comunidad magrebí. Esta escalada de violencia ha despertado el rechazo de la entidad, que califica la agresión como "brutal e inaceptable".

En su comunicado, el SJM subraya que ningún incidente, por impactante que sea, puede justificar la generalización y criminalización de un grupo entero, ni los ataques indiscriminados y extremadamente violentos que han afectado a personas —incluyendo a niños— así como a sus domicilios y negocios.

La organización recuerda que la identidad de España, y de Murcia en particular, ha sido forjada por la convivencia con inmigrantes de diversos orígenes. “Estos son miembros valiosos de la comunidad que contribuyen al bienestar general, y quienes han trabajado arduamente para ofrecer un futuro próspero a sus familias”, añaden.

El SJM advierte que permitir actos de violencia y odio solo conducirá a una escalada más preocupante en el futuro. Su postura enfatiza la necesidad de recibir a los inmigrantes con dignidad y fomentar un entorno de respeto y convivencia pacífica.

Por otro lado, han denunciado que ciertos grupos de ideología racista de la extrema derecha han comenzado a organizarse en redes sociales, utilizando discursos de odio para promover "cazas de inmigrantes". Estas acciones violentas, a su juicio, amenazan con fracturar la convivencia pacífica en la comunidad.

Desde hace años, el SJM aboga por políticas que fomenten el respeto a los derechos de todos, así como por la inclusión y la cohesión social. “No solo se trata de erradicar el delito de odio y combatir la desinformación que estigmatiza, sino de fortalecer un sistema democrático que garantice el diálogo y la dignidad”, insisten.

Finalmente, el SJM concluye con una firme declaración: el racismo y la violencia no tienen lugar en nuestra sociedad. Instan a erradicar cualquier discurso que fomente el odio, porque en un Estado de Derecho y en una sociedad democrática y avanzada, la justicia jamás puede ser reemplazada por la venganza, y es fundamental perseguir los discursos dañinos que dividen y lastiman.