El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha destacado este sábado la importancia de la vivienda en las prioridades de inversión dentro de los presupuestos, sugiriendo que se destine un 40% del gasto a la creación de un parque público de viviendas.
Desde Madrid, Maíllo criticó la situación en la franja de Gaza, señalando lo que considera una "aniquilación" de la población palestina por parte del Gobierno israelí. En sus declaraciones, el político equiparó las acciones de Israel con los horrores del nazismo, sugiriendo que la comunidad internacional no puede hacerse la desentendida ante la crisis humanitaria que se vive en la región.
En un discurso que resonó con fervor en la Coordinadora Federal de Izquierda Unida, mencionó el sufrimiento de miles de personas, incluido un gran número de niños, y la destrucción sistemática de infraestructuras esenciales como hospitales y escuelas. Maíllo criticó la inacción percibida de la Unión Europea y la falta de respuestas adecuadas ante lo que considera un genocidio.
El coordinador destacó el papel de España como una "luz de esperanza" en Europa, sugiriendo que otros países con gobiernos de tendencia conservadora también deben seguir su ejemplo. Planteó la necesidad de romper lazos diplomáticos y comerciales con Israel, describiéndolo como un “Estado genocida”, y propuso la suspensión total de acuerdos que, según él, han permitido el actual estado de opresión.
En este contexto, celebró los esfuerzos del Gobierno español por avanzar en la implementación de un embargo contra Israel, con la expectativa de que el próximo Consejo de Ministros apruebe un decreto que contemple un embargo total. Maíllo también enfatizó la importancia de una movilización social masiva en apoyo a la causa palestina.
El coordinador también se refirió a las manifestaciones recientes, como la masiva movilización durante la Vuelta Ciclista a España, donde entre 100.000 personas se manifestaron en solidaridad con el pueblo palestino, reflejando lo que él considera un sentimiento mayoritario dentro de la sociedad española.
Cambiando de tema, Maíllo abogó por políticas efectivas en el ámbito rural y destacó la necesidad de implementar cambios que impacten directamente en la vida de los ciudadanos. Entre sus propuestas se encuentran la reducción de la jornada laboral y una política urgente y decidida en materia de vivienda, así como la financiación adecuada de servicios públicos esenciales.
En cuanto al presupuesto, defendió un aumento significativo del techo de gasto, que debería alcanzar más de 61.000 millones de euros. Este incremento permitiría que un 40% de los fondos se destinara a políticas de vivienda, con el objetivo de promover un parque de viviendas públicas y un mercado de alquiler asequible.
Finalmente, Maíllo fijó su mirada en Andalucía, sugiriendo que las próximas elecciones son un momento crucial. Criticó al Gobierno de Juanma Moreno Bonilla, acusándolo de privatizar servicios y deteriorar lo que queda del sistema público. Advirtió que la sanidad pública andaluza no podría mantenerse por muchos años más bajo su administración y abogó por un "proyecto alternativo" que proteja los derechos de la clase trabajadora en la región.
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