En un nuevo desarrollo en el conflicto en curso en la región, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo bombardeos en el sur de Líbano, dirigidos a objetivos asociados con el grupo radical chií Hezbolá. Este ataque, realizado este viernes, surge en un contexto donde Israel ha denunciado repetidamente las violaciones del alto el fuego establecido esta semana. La situación refleja una creciente tensión y la fragilidad de la paz en la zona.

Según informes del Ejército israelí, el bombardeo se justifica por la detección de lo que han calificado como "actividad terrorista", así como la localización de un lanzacohetes móvil que representaba una potencial amenaza. Las FDI enfatizan que su respuesta es necesaria dada la persistencia de Hezbolá en violar los acuerdos establecidos, un reclamo que también ha sido hecho por el propio Ejército libanés contra Israel en los últimos días, marcando un evidente ciclo de acusaciones entre ambos bandos.

El comandante del Mando Norte de las FDI, Ori Gordin, ha advertido que las fuerzas israelíes actuarán "de forma agresiva" para hacer cumplir el acuerdo de alto el fuego en Líbano. En su declaración, Gordin subrayó que no permitirán que Hezbolá se reinstale en áreas al sur del río Litani, en cumplimiento con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este comentario enfatiza la determinación de Israel de mantener una postura firme en la defensa de su frontera y en la lucha contra lo que consideran acciones hostiles por parte de Hezbolá.