El Ejército de Israel ha llevado a cabo una serie de bombardeos en el sur de Líbano contra objetivos terroristas pertenecientes a Hezbolá, el partido-milicia chií libanés. Estos ataques son una respuesta a los constantes ataques ejecutados por Hezbolá contra posiciones israelíes en la frontera, en lo que se ha convertido en un ciclo de hostilidades desde los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre.
El comunicado publicado por el Ejército informa que entre los objetivos atacados se encuentran un almacén de armas y un edificio militar, además de una célula terrorista localizada en territorio libanés. Estos bombardeos han tenido lugar después de varios disparos contra posiciones militares en el norte de Israel, que han sido reivindicados por Hezbolá, argumentando que actúan en apoyo de la resistencia en defensa de Líbano y del pueblo palestino en la Franja de Gaza.
Hezbolá ha llevado a cabo numerosos ataques desde el territorio libanés hacia territorio israelí a lo largo de la frontera común, lo que ha provocado enfrentamientos en la zona y el riesgo de una escalada mayor del conflicto hacia el territorio libanés, tal y como ha advertido Israel.
Los ataques realizados por Hamás el 7 de octubre resultaron en la muerte de casi 1.200 personas y más de 240 secuestrados en Israel. Por su parte, las autoridades de Gaza, bajo el control de Hamás, han denunciado la muerte de 11.500 palestinos en bombardeos por parte de Israel, mientras que más de 180 palestinos han perdido la vida a manos de las fuerzas israelíes o en ataques llevados a cabo por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.