En un contexto de creciente tensión entre Israel y Líbano, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha lanzado una advertencia contundente al gobierno libanés. Katz ha declarado que, tras más de un año de alto el fuego, se intensificarán las acciones militares contra el sur de Líbano si el desarme de las milicias de Hezbolá no se lleva a cabo. La afirmación resalta la presión que Israel ejerce sobre las autoridades libanesas, quienes, según Katz, han fracasado en su obligación de controlar a Hezbolá.

En un mensaje a través de su red social X, el ministro acusó al presidente libanés, Joseph Aoun, de estar retrasando el proceso de desarme. Katz advirtió que el compromiso de Líbano de desarmar a Hezbolá y eliminar su influencia en el sur del país debe convertirse en una realidad inminente. Además, lanzó un aviso a Hezbolá, enfatizando que sus acciones los posicionan en una situación peligrosa.

El ministro de Defensa concluyó señalando que Israel no escatimará esfuerzos en la protección de sus ciudadanos del norte, asegurando que mantendrá y reforzará la implementación de sus políticas de seguridad. Katz dejó claro que cualquier amenaza a la seguridad de la población israelí será confrontada con firmeza.

A lo largo del reciente conflicto de Gaza, Israel y Hezbolá protagonizaron intercambios de fuego que llevaron a un acuerdo de cese de hostilidades en noviembre de 2024. A pesar de este alto el fuego, Israel ha continuado sus operaciones en el sur del Líbano, argumentando que la presencia de Hezbolá en la región sigue siendo un problema significativo y que el grupo está tratando de recuperar la infraestructura dañada durante los enfrentamientos.

Por su parte, el gobierno libanés ha denunciado las acciones de Israel, acusándolo de atacar a civiles y sus propiedades. En un incidente reciente, las autoridades libanesas señalaron que un funcionario gubernamental había perdido la vida a causa de un ataque israelí durante una incursión en la ciudad de Blida, lo que ha avivado aún más las tensiones entre ambos países.

El Ministerio de Sanidad libanés confirmó la muerte del funcionario, identificado como Ibrahim Salamé, y el primer ministro, Nawaf Salam, lamentó el suceso, enfatizando que se produjo dentro de la Alcaldía de Blida como consecuencia de las operaciones israelíes. A raíz de este incidente, el mandatario libanés ordenó a las fuerzas armadas reaccionar ante cualquier incursión israelí, defendiendo así la soberanía nacional y la seguridad de los ciudadanos libaneses.

Frente a estas acusaciones, el portavoz del Ejército israelí, Avichai Adrai, justificó la operación militar, afirmando que tenía como objetivo desmantelar la infraestructura usada por Hezbolá para llevar a cabo actividades terroristas. Adrai sostuvo que se había identificado a un sospechoso dentro de un edificio, reafirmando la postura de Israel en relación a sus acciones en la región.