El Gobierno de Irán ha acusado a Israel de llevar a cabo un "acto terrorista" con la explosión de miles de 'buscas' en Líbano, que causó la muerte de casi diez personas y dejó más de 2.800 heridos, calificando el incidente como "un asesinato en masa".
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha afirmado que esta operación terrorista en Líbano fue realizada como parte de las acciones conjuntas del régimen sionista y sus agentes, y ha enfatizado que va en contra de los principios morales, humanos y del Derecho Internacional.
Por lo tanto, ha pedido que los responsables sean juzgados por tribunales internacionales y ha destacado que el régimen sionista pone en peligro la paz y la seguridad regional e internacional, además de cometer crímenes de guerra y genocidio contra los palestinos.
En ese sentido, ha instado a la comunidad internacional a actuar con prontitud para combatir la impunidad de los funcionarios criminales sionistas, según un comunicado del Ministerio de Exteriores iraní.
A pesar de que inicialmente se atribuyeron las explosiones a un ataque informático, funcionarios estadounidenses han confirmado que la Inteligencia israelí colocó material explosivo en unos 3.000 'buscas' recién importados a Líbano.
Estos dispositivos tenían entre 30 y 60 gramos de material explosivo junto a la batería, y un sistema para la detonación remota al llegar a Líbano, donde Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e Irán.
Los 'buscas' encendidos recibieron un mensaje a las 15.30 horas (hora local) que activó los explosivos tras un pitido de notificación. Aunque se cree que muchas de las víctimas son miembros de Hezbolá, entre los fallecidos hay una niña y no se sabe cuántos eran realmente integrantes de la milicia y en qué funciones se desempeñaban.
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