MADRID 29 Nov.
En un contexto económico que sigue despertando inquietudes entre los ciudadanos, la tasa de inflación en la zona euro ha registrado un aumento significativo en noviembre, alcanzando el 2,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta cifra no solo representa un incremento de tres décimas respecto al periodo previo, sino que indica un segundo aumento consecutivo, marcando la mayor subida interanual desde julio, de acuerdo con los datos preliminares publicados por Eurostat.
Este notable aumento se atribuye a una menor caída en los precios de la energía, que experimentaron un descenso interanual del 1,9%, mejorando respecto al 4,6% de declive registrado en octubre. Además, la situación de los alimentos frescos también presenta un cambio, ya que su precio ha incrementado un 2,4%, aunque aún por debajo del aumento del 3% observado en el mes anterior.
En cuanto a los bienes industriales no energéticos, su precio ha subido un 0,7% interanual en noviembre, lo que representa un ligero aumento de dos décimas en relación al incremento del mes pasado. Por otro lado, los servicios en la zona euro han visto una desaceleración en su aumento, bajando al 3,9% desde el 4% de octubre.
Si excluimos el efecto de la energía, la inflación en la zona euro se mantendría estable en el 2,7%. De igual manera, al descartar los precios de los alimentos frescos, la inflación subyacente también se quedaría en el 2,7%, resaltando la complejidad del panorama económico actual.
Entre los distintos países de la eurozona, Bélgica lidera las subidas interanuales de precios en noviembre con un 5%, seguida por Croacia con un 4% y ambos, Estonia y Países Bajos, con un aumento del 3,8%. Esta disparidad en los números revela las distintas realidades económicas que enfrentan los países miembros.
En el extremo opuesto, los países con las menores subidas de precios han sido Irlanda con solo un 0,5%, y Lituania junto a Luxemburgo, ambos con incrementos del 1,1%. Estos datos sugieren que no todas las naciones dentro de la eurozona están lidiando con un impacto igual de severo en sus economías.
Por lo que respecta a España, se ha observado un repunte notable en el costo de la vida, con una inflación que ha subido al 2,4% en noviembre, un incremento considerable desde el 1,8% del mes anterior, colocándose una décima por encima del promedio de la eurozona. Este aumento supone un nuevo reto para los españoles, que deben hacer frente a un aumento en el coste de la vida.
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