Granada, 4 de noviembre. La Guardia Civil ha iniciado una investigación para determinar si el fatal atropello de un niño de once años, de origen boliviano, ocurrido el pasado domingo en Huétor Tájar, está relacionado con supuestos casos de acoso escolar, según la familia del menor. Sin embargo, las autoridades han aclarado que se trata de una indagación independiente, ya que no hay evidencias que vinculen ambos incidentes.

De acuerdo con fuentes que están al tanto de la investigación, hasta ahora no existe ninguna denuncia formal en la policía sobre la posibilidad de acoso hacia el niño afectado. En cuanto al trágico accidente, las averiguaciones continúan sin que se hayan identificado sospechosos ni elementos que sugieran que se trate de algo más que un desafortunado accidente de tráfico.

Según información de la Junta, no se han registrado datos acerca del posible acoso escolar. La Inspección Educativa ha respondido a las inquietudes suscitadas en redes sociales, luego de que el colegio Padre Manjón hiciera un comunicado sobre el suceso, resaltando la tristeza de la comunidad educativa por la pérdida del pequeño. Desde la administración educativa, se están a la espera de los resultados de la investigación en curso por parte de la Guardia Civil.

En recientes declaraciones a Canal Sur Televisión, la madre del niño afirmó que él tenía la intención de “bajar de peso” y solía salir a “hacer ejercicio” cada mañana. Aseguró que debido a su físico y su origen, su hijo fue blanco de ‘bullying’, aunque nunca expresó el deseo de presentar una denuncia sobre ello.

La madre relató un incidente específico en el que su hijo regresó a casa con un chicle pegado en el pelo, un acto de bullying que, según su versión, fue reportado al colegio, que registró el incidente en un informe sobre el autor del mismo. Además, su hermana mencionó que este acoso se había extendido fuera del entorno escolar, citando ataques motivados por su nacionalidad.

El municipio de Huétor Tájar ha tomado la iniciativa de cubrir los gastos del funeral del menor, quien perdió la vida tras ser atropellado en la A-92. A su vez, el Ayuntamiento ha comenzado a implementar un protocolo de atención psicológica para la familia, que atraviesa un momento de gran dolor por la tragedia.

El alcalde de la localidad, Fernando Delgado, informó que la cooperativa de espárragos donde trabaja la madre del niño también se ha ofrecido a ayudar con los gastos funerarios, considerando su situación económica, dado que se trata de una familia trabajadora y de escasos recursos en un pueblo de alrededor de 10,600 habitantes.

La comunidad del municipio se ha sumido en la consternación tras lo sucedido. Delgado explicó que el menor, que podría haber estado hablando por su teléfono móvil mientras caminaba, no llegó a la autovía, y el atropello se produjo en una vía de aceleración a aproximadamente dos kilómetros del centro del pueblo.

El sepelio del niño tuvo lugar el mismo lunes a las 17:00 horas. El accidente se registró alrededor de las 6:45 de la mañana en el kilómetro 201 de la autovía, donde un vehículo impactó al menor, conforme reportó la Guardia Civil a Europa Press.

Las autoridades están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad del área, donde un coche de un vecino del pueblo atropelló al niño mientras este se dirigía hacia Loja, con la intención de incorporarse a la autovía en dirección a Málaga, según la información proporcionada por el Ayuntamiento.

El colegio donde el niño estudiaba ha expresado su profunda tristeza mediante un comunicado en sus redes sociales, calificando el pasado domingo como un “día muy triste” para su comunidad educativa tras la pérdida de uno de sus alumnos de sexto de Primaria. “Lamentamos profundamente su ausencia y enviamos todo nuestro cariño y apoyo a su familia y amigos”, manifestaron desde la institución educativa, resaltando las cualidades del niño como un estudiante excepcional y amable con sus compañeros.