En medio de la creciente violencia en Líbano, más de 400.000 personas han huido hacia Siria en busca de seguridad, en medio de los intensos ataques de las FDI para hacer frente a Hezbolá.
Según la ACNUR, la mayoría de los refugiados son mujeres y niños, con un 70 por ciento identificados como ciudadanos sirios que ya habían huido de la guerra en su país.
La ONU ha alertado sobre las urgentes necesidades humanitarias de estos desplazados, muchos de los cuales carecen de refugio y bienes básicos, siendo acogidos en centros locales o por comunidades.
El NRC también ha expresado su preocupación por la crisis en Siria, donde el desplazamiento masivo está provocando un aumento en los precios de los alimentos y el alquiler de viviendas.
Ante esta situación, la directora regional del NRC, Angelita Caredda, ha advertido que la región se encuentra al límite después de años de conflicto, y el fracaso político amenaza con desestabilizar a toda la región y condenar a millones de personas a una catástrofe.
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