Ignacio Fernández-Cid, líder de la patronal de dependencia FED, revela: "El sector enfrenta una escasez de 130,000 profesionales".
En un reciente discurso a los medios, Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), ha lanzado una clara advertencia sobre la crítica situación que atraviesa el sector de la dependencia en España, subrayando que se requieren urgentemente unos 130,000 profesionales en diversas áreas como residencias, centros de día, y servicios de ayuda domiciliaria. Esta carencia de personal, especialmente en el ámbito privado y concertado, ha llevado a Fernández-Cid a solicitar la creación de una mesa de planificación entre el IMSERSO, el Ministerio de Derechos Sociales y los diferentes actores del sector, incluyendo patronales y sindicatos.
Fernández-Cid ha enfatizado la naturaleza intensiva en personal del sector, ya que, como él mismo señala, "son personas que cuidan de personas". Esta realidad hace que sea imprescindible que tanto el Gobierno central como las organizaciones implicadas se sienten a dialogar sobre cómo enfrentar estos desafíos futuros. “Usted tiene el mapa de la demanda y nosotros la capacidad para hacer las inversiones; ¿por qué no nos sentamos y planificamos juntos?”, se cuestionó.
La falta de profesionales, que considera cada vez más crítica, ha sido señalada como un problema que no está recibiendo la atención necesaria, especialmente en un contexto donde la población del país continúa envejeciendo. Para abordar esta problemática, Fernández-Cid ha hecho hincapié en la necesidad de contar con gerocultores, médicos, terapeutas, y en particular, enfermeros, ya que actualmente estos nichos de empleo no logran cubrir el relevos generacional requerido en el sector.
Una de sus propuestas clave incluye la creación de un nuevo perfil profesional, el de "ayudante de enfermería", que se encargaría de ciertas tareas administrativas, permitiendo así que los enfermeros puedan enfocarse en el cuidado directo de los pacientes. “No se trata de hacer intrusismo, sino de potenciar y complementar el trabajo del enfermero titular”, explicó durante la entrevista.
Fernández-Cid también ha abogado por simplificar los procedimientos para homologar los títulos de profesionales extranjeros, argumentando que esto no solo ayudaría a cubrir las vacantes disponibles, sino que también contribuiría a erradicar la economía sumergida en el ámbito de los cuidados. Recordó que, durante la pandemia, se promovió la contratación sin homologación, una medida que, aunque necesaria en su momento, se revocó tras tres meses, obligando a despedir a estas personas.
Adicionalmente, su tercera propuesta se centra en la contratación en origen. Esto implica que los trabajadores extranjeros tengan sus credenciales reconocidas antes de llegar a España, permitiendo que adquieran formación adicional incluso en su país natal, lo que facilitaría su inclusión en el mercado laboral español de manera regularizada desde el inicio.
En relación con la sostenibilidad de las profesiones de cuidado, Fernández-Cid expuso su preocupación por la percepción negativa que tienen muchos españoles hacia el cuidado de personas mayores. La búsqueda de soluciones también debe contemplar la cuestión salarial, que actualmente es inferior en un 30% respecto al sector sanitario. Propuso que, para elevar el nivel de attractiva de estas carreras, los salarios deberían alinearse con los de los profesionales de la salud.
Sin embargo, el presidente de la FED también aclaró que existe una compleja dinámica en el sector, ya que de las aproximadamente 400,000 plazas residenciales disponibles en el país, 183,000 son privadas, y de estas, el 30% tienen vinculación a prestaciones económicas. Si se incrementaran los salarios, inevitablemente tendrían que elevarse también las tarifas, lo que plantea la pregunta de si las familias podrán asumir estos nuevos costes, que podrían rondar los 4,000 euros mensuales.
Fernández-Cid no solo identifica la falta de personal como un reto crítico; también ha enfatizado la falta de financiamiento como un segundo problema significativo del sector. Afirmó que España destina apenas un 0.8% de su PIB a la dependencia, muy por debajo del 2 a 2.5% que invierten otros países europeos que han implementado modelos más exitosos en este ámbito.
Con respecto a la nueva propuesta del Gobierno para un modelo de cuidados, Fernández-Cid ha declarado que están completamente de acuerdo con la idea de fomentar que las personas mayores permanezcan en sus hogares mientras cuenten con el nivel adecuado de dependencia. Sin embargo, subrayó que esta iniciativa debe ir acompañada de recursos, personal suficiente y la infraestructura necesaria para brindar una atención efectiva.
“Todo tiene que ir acompañado de recursos. De lo contrario, son solo promesas vacías que crean expectativas erróneas, y eso es muy peligroso”, advirtió. Recordó que la cantidad de atención real que se ofrece actualmente a los mayores con alta dependencia es escasa, síndrome que se traduce en una media de 57 horas de asistencia al mes, lo cual no alcanza ni a dos horas diarias.
En relación al borrador del anteproyecto de ley sobre dependencia y discapacidad que ha tenido acceso Europa Press, Fernández-Cid ha valorado positivamente que se obligue a los trabajadores de residencias a demostrar que no tienen antecedentes por delitos sexuales, considerándolo una medida necesaria y lógica. Sin embargo, también ha llamado la atención sobre la diversidad de modelos de inspección existentes, instando a la unificación de criterios para que todos operen bajo los mismos parámetros y estándares.
Finalmente, sobre la figura del asistente personal que se menciona en el borrador del anteproyecto, propuso que esta figura laboral esté vinculada a una empresa para asegurar un control y supervisión adecuados en la asistencia a los dependientes.
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