Una operación selectiva ejecutada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha terminado con la vida del jefe de operaciones del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Ibrahim Akil, en los bombardeos llevados a cabo en Beirut, la capital del Líbano, el día de hoy. El saldo preliminar reporta nueve muertos y cerca de 60 heridos.
Akil, junto a otros líderes pertenecientes al grupo, estaban planeando una supuesta operación militar conocida como el 'Plan de Conquista de Galilea', con el objetivo de invadir Israel de manera similar a lo ocurrido el 7 de octubre con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Estos hechos han desencadenado una guerra regional, según informó un comunicado del Ejército.
Ibrahim Akil se unió a Hezbolá en los años 80, cuando formaba parte de Yihad Islámica y participó en múltiples ataques en distintos países. Desde 2004 se desempeñaba como jefe de operaciones de Hezbolá y como comandante de la Unidad Radwan.
La Unidad Radwan es una fuerza de élite de Hezbolá cuyo propósito sería ocupar zonas de la Galilea israelí y atacar a soldados y civiles inocentes, según información del Ejército de Israel. Akil es acusado de promover numerosos ataques terroristas y conspiraciones contra israelíes y las FDI.
Entre los actos que se le atribuyen a Akil está el ataque a la Embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983, lo que llevó a que se emitiera una orden de búsqueda por parte de las autoridades estadounidenses, ofreciendo una recompensa de siete millones de dólares por información que permitiera su captura.
Las Fuerzas Armadas de Israel llevaron a cabo un bombardeo selectivo en varias zonas del sur de Beirut, causando al menos nueve muertos y 60 heridos en un momento de creciente tensión con Hezbolá, lo que aumenta el temor a una escalada del conflicto en la región.
Este ataque es el primero ejecutado por Israel en Beirut desde el 30 de julio, cuando mató a un importante comandante de Hezbolá identificado como Fuad Sukur, evento que resultó en la muerte de un asesor iraní y cinco civiles, incluyendo dos niños. Además, se produjo un día antes del asesinato en Teherán del líder del brazo político de Hamás, Ismail Haniye, evento que se atribuye a las autoridades israelíes.
El bombardeo llega en medio de un aumento significativo de tensiones tras dos días de explosiones coordinadas de dispositivos de comunicaciones del grupo, el 17 y 18 de septiembre, ataques que se les atribuyen a Israel y que han cobrado la vida de unas 40 personas y dejado alrededor de 3.000 heridos, según las autoridades libanesas.
El incremento de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, respaldado por Irán y con una fuerte influencia militar y política en Líbano, ha generado preocupación por una posible expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó recientemente sus planes operativos relacionados con Líbano a Estados Unidos.
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