El partido-milicia chií Hezbolá ha lanzado ataques contra tres instalaciones militares en Israel como represalia a los bombardeos del Ejército israelí en Líbano, que han dejado al menos 50 muertos y más de 300 heridos, según las autoridades libanesas.
Estos ataques han sido dirigidos contra la sede de reserva del Mando Norte, la sede de la División de Galilea y un complejo de la industria militar Rafael al norte de Haifa, donde se han lanzado "decenas de cohetes", según reportes de la cadena de televisión Al Manar, vinculada a Hezbolá.
El Ejército israelí ha confirmado la detección de "unos 25 proyectiles" provenientes de Líbano, logrando interceptar muchos de ellos con sus sistemas de defensa aérea, sin embargo, no hay información sobre posibles víctimas hasta el momento.
Además, se han registrado impactos en zonas abiertas cerca de Amiad y en la Baja Galilea, tras los ataques realizados desde el sur de Líbano en respuesta a los bombardeos por parte de Israel.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo un amplio número de bombardeos, alcanzando más de 300 objetivos de Hezbolá, luego de que el portavoz del Ejército instara a los civiles libaneses a alejarse de edificios y áreas utilizadas por el grupo para guardar armas.
En medio de estas tensiones, se ha registrado un incremento de enfrentamientos, incluyendo explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación y bombardeos en la capital de Líbano, Beirut, que han dejado un alto número de víctimas, incluido un alto cargo de Hezbolá.
Este aumento de la violencia entre Israel y Hezbolá, respaldado por Irán y con influencia en Líbano, plantea la posibilidad de una escalada del conflicto en Oriente Próximo. El Ejército de Israel ha presentado sus planes operativos respecto a Líbano a Estados Unidos en medio de esta situación tensa.
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