En un contexto de creciente tensión en la Franja de Gaza, el movimiento islamista Hamás ha lanzado duras críticas hacia Israel, acusándolo de desacreditar el reciente acuerdo de alto el fuego y de imponer nuevas condiciones mediante la fuerza. Esta ola de bombardeos, que tuvo lugar entre el martes y el miércoles, ha dejado un saldo trágico de más de cien palestinos fallecidos, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad del plan propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, para la región.

Hamás ha declarado que la escalada de violencia contra los habitantes de Gaza demuestra una clara intención de destruir el pacto de tregua y de establecer nuevas realidades a través de la agresión. En un comunicado oficial, se señala que el apoyo de Estados Unidos al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu proporciona una cobertura política que facilita la continuación de las agresiones israelíes, lo que resulta en un derrocamiento del acuerdo que se había establecido anteriormente.

El comunicado de Hamás subraya que la actitud sesgada de Estados Unidos hacia la ocupación israelí es una forma de complicidad en el derramamiento de sangre de civiles palestinos, especialmente de mujeres y niños. También se sostiene que esta violencia no puede ser ignorada y que la ocupación israelí es la principal responsable de la escalada actual y las repercusiones que esto conlleva para la región.

El grupo enfatiza que la sangre de los palestinos no es algo despreciable y que todas sus facciones están unidas en su compromiso con la resistencia. Hamás ha hecho un llamado a los mediadores internacionales, incluidos Estados Unidos, Qatar, Egipto y Turquía, para que asuman una postura proactiva en la presión al gobierno israelí, con el fin de detener los ataques y respetar las cláusulas del alto el fuego.

De acuerdo a datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad de Gaza, los recientes bombardeos han causado la muerte de al menos 104 personas, entre las cuales se encuentran 46 niños, así como numerosos heridos. Este aumento en el número de víctimas incluye también la pérdida del periodista Muhamad al Muniraui, elevando a 256 el total de periodistas muertos en Gaza desde que Israel comenzara su ofensiva tras los ataques del 7 de octubre de 2023.

Las autoridades gazatíes han condenado enérgicamente lo que consideran ataques sistemáticos y muertes de periodistas a causa de las acciones israelíes. Instan a la comunidad internacional a ejercer presión efectiva para poner fin a lo que describen como genocidio en la región y para garantizar la protección de aquellos que trabajan en los medios de comunicación.

En respuesta, el Ejército israelí ha defendido sus bombardeos, argumentando que estos se llevaron a cabo en respuesta a violaciones del alto el fuego por parte de Hamás. Según sus informes, los objetivos de los ataques incluyeron terroristas clave y diversas infraestructuras relacionadas con la militancia, como fábricas de armas y túneles de infiltración.

Asimismo, el Ejército ha señalado que muchos de los caídos en los ataques estaban involucrados en la ofensiva del 7 de octubre, que resultó en la muerte de aproximadamente 1.200 personas y varios cientos de secuestrados, a lo que se añade que un liderazgo de Hamás también fue alcanzado durante las operaciones.

A pesar de estas acusaciones, el grupo islamista ha rechazado la responsabilidad por la muerte de un militar israelí y ha reiterado su compromiso con el alto el fuego. Se mencionó que, a pesar de haber entregado restos de un israelí, las pruebas mostraron que se trataba de un cuerpo recuperado en meses anteriores.

El Ejército israelí ha difundido un video que supuestamente muestra a milicianos excavando en áreas afectadas por los bombardeos, lo que genera nuevas controversias sobre la veracidad de las afirmaciones de recuperación de cuerpos. Hamás ha justificado los retrasos en la entrega de cadáveres por la devastación causada por los ataques israelíes, que han dejado la infraestructura en ruinas y han complicado las labores de rescate.