En un movimiento significativo por parte de OpenAI, el popular chatbot ChatGPT ha recibido una actualización bajo el nuevo modelo GPT-5, lo que se traduce en mejoras en su capacidad para manejar interacciones que abordan temáticas delicadas, incluidas las relacionadas con la salud mental. Este avance busca ofrecer respuestas más adecuadas a quienes puedan estar enfrentando problemas como la psicosis o la manía.
A medida que la inteligencia artificial se adentra más en la vida diaria de las personas, OpenAI ha realizado ajustes en ChatGPT para que pueda reconocer con mayor precisión los signos de problemas graves de salud mental, distinguiendo entre situaciones críticas y aquellas de menor gravedad, como delirios aislados.
A pesar de que los usuarios pueden abrirse sobre variados temas con el chatbot, las interacciones que tocan temas de salud mental son en su mayoría poco comunes. Según las estadísticas de OpenAI, solo alrededor del 0.07% de los usuarios activos en una semana y el 0.01% de los mensajes abordan posibles señales de crisis de salud mental.
El sistema cuenta con varios protocolos de seguridad cuando identifica tales preocupaciones. Estos mecanismos incluyen sugerir apoyo de profesionales, limitar contenido sensible, o incluso no responder a ciertas solicitudes para intentar disuadir al usuario. Sin embargo, en ocasiones, la identificación de la situación no es precisa, lo que puede llevar a respuestas que, en vez de ayudar, complican un estado ya frágil.
Con la reciente actualización de GPT-5, OpenAI ha informado que se ha notado una disminución del 39% en las respuestas inadecuadas en comparación con su predecesor, el GPT-4. Esta nueva versión también muestra un notable incremento en la efectividad de sus respuestas, alcanzando un cumplimiento del 92% en conductas deseadas.
La capacidad de GPT-5 para abordar conversaciones que reflejan pensamientos suicidas o autolesivos ha mejorado notablemente, al reducir en un 52% las respuestas inapropiadas frente a las registradas en el modelo anterior. En diálogos más extensos, donde las medidas de seguridad pueden ser menos efectivas, la fiabilidad de GPT-5 supera el 95%, lo que representa otro avance considerable.
Otro aspecto importante que OpenAI ha abordado es la problemática de la dependencia emocional que algunos usuarios pueden desarrollar hacia la inteligencia artificial, un comportamiento que puede alejarlos del mundo real y sus responsabilidades. Los ajustes realizados han llevado a una reducción del 42% en las respuestas que fomentan esta dependencia, logrando un cumplimiento del 97%, en contraste con el 50% del modelo anterior.
Estos avances son coherentes con los principios éticos de OpenAI, que promueven que la inteligencia artificial sirva para respaldar las relaciones reales de los usuarios, evitando reforzar creencias equivocadas que pudieran contribuir al sufrimiento emocional y respondiendo con empatía y responsabilidad a signos de crisis.
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