En un movimiento que refleja la creciente tensión diplomática, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha decidido convocar a la embajadora española en Tel Aviv, Ana María Solomon. Esta medida se toma en respuesta a lo que el Gobierno español califica de "calumnias" procedentes de Israel y a las "inaceptables sanciones" anunciadas contra dos de las ministras del Ejecutivo español, Yolanda Díaz y Sira Rego.

Fuentes del Ministerio han informado que la reacción de la administración de Benjamin Netanyahu se originó tras el anuncio del presidente Pedro Sánchez, quien propuso un conjunto de medidas destinadas a detener lo que él describe como un "genocidio" en Gaza. El Gobierno israelí respondió acusando a España de intentar desviar la atención de sus propios problemas internos, como son los escándalos de corrupción, y anunció sanciones contra las ministras mencionadas.

En medio de esta controversia, el socio menor del Gobierno español ha expresado su descontento con las medidas anunciadas, exigiendo la retirada de la embajadora española como símbolo de la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel. Esta situación demuestra la polarización del debate en torno a la política exterior española y su impacto en las relaciones con el Estado hebreo.