Un encuentro significativo se ha llevado a cabo este jueves en Río de Janeiro, donde un grupo de gobernadores brasileños de tendencia conservadora se reunió para respaldar al gobernador local, Cláudio Castro, en el contexto de una operación policial que dejó más de 120 fallecidos en favelas de la zona norte de la ciudad.

Durante la reunión, Cláudio Castro defendió la ejecución del operativo, expresando su firme deseo de que Río se transforme en un ejemplo de cómo recuperar áreas controladas por el crimen y gestionar la circulación de armas. El gobernador subrayó que la proliferación de armas es inaceptable en cualquier ciudad del país, argumentando que en metrópolis europeas como París o Londres, nadie sobreviviría más de unos segundos portando un rifle. Estas declaraciones enfatizan su compromiso con la seguridad pública.

Tarcísio de Freitas, el gobernador de São Paulo y figura relevante en la oposición, también aportó su apoyo al operativo, señalando que Río de Janeiro actuó de manera efectiva y realizó una “gran demostración” de fuerza y determinación, de acuerdo con información publicada por el diario 'Folha'.

El gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, se unió a los elogios al catalogar la operación como “histórica”, mientras que Romeu Zema, de Minas Gerais, destacó su éxito rotundo. Juntos, Mello, Zema, el gobernador de Goiás, Ronaldo Caiado, y el de Mato Grosso do Sul, Eduardo Riedel, manifestaron un respaldo unánime a las acciones implementadas.

En un tono crítico, los gobernadores no perdieron la oportunidad de reprochar al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, su falta de atención a la violencia que afecta al país. “Nuestro mandatario prefiere viajar al extranjero para organizar la paz en Ucrania, mientras en Brasil la gente muere”, afirmó Zema, refiriéndose a la reciente visita de Lula a Asia.

En la misma línea, Caiado recordó que Bahía, gobernada por el PT de Lula, presenta cifras alarmantes de violencia. Denunció que las políticas permisivas hacia el crimen organizados por gobiernos de izquierda han generado una “línea divisoria moral” que invita a los ciudadanos a elegir entre el respeto a la ley y el orden o seguir apoyando a líderes como Lula o Nicolás Maduro.

Los gobernadores también expresaron su rechazo a los intentos del gobierno federal por acelerar la tramitación de una enmienda constitucional relacionada con la seguridad pública. Caiado argumentó que las propuestas ya están incluidas en la legislación vigente y denunció que el gobierno busca despojar a los gobernadores de sus competencias en este ámbito, tal como establece la Constitución del 88.

Castro, en una rueda de prensa, compartió los planes de crear un 'Consorcio de la Paz' entre los estados, con el objetivo de intercambiar experiencias y desarrollar estrategias conjuntas para combatir el crimen, buscando una liberación para el pueblo brasileño. Este consorcio podría ser un hito en la colaboración entre los estados en términos de seguridad.

Jorginho Mello, promotor de la reunión, mencionó que la aspiración es que todos los 27 estados de Brasil se adhieran al consorcio, permitiendo el intercambio de recursos y la compra conjunta de equipos para mejorar la eficiencia y reducir costos en la lucha contra el crimen.

Según el último informe del Gobierno de Río de Janeiro, el operativo resultó en un trágico saldo de 121 muertes, entre las que se incluyen cuatro policías, consolidándose como el más mortífero en la historia del estado.