MADRID, 5 de noviembre. Las acciones de Gestamp han finalizado la jornada de este miércoles marcando una significativa caída tras la divulgación de sus resultados financieros, revelando un beneficio neto de 104 millones de euros en los primeros nueve meses del año, cifra que representa un descenso del 18,11% comparado con el mismo periodo del año anterior.
A pesar de que la empresa ha logrado incrementar su rentabilidad en medio de un entorno desfavorable para la industria automotriz y la presión de las fluctuaciones del mercado de divisas, sus títulos en Bolsa han experimentado un descenso del 10,48%, estableciéndose en 2,95 euros cada uno.
El productor de componentes para automóviles ha reportado mejoras en su nivel de apalancamiento, que se sitúa en 1,6 veces la deuda neta sobre el EBITDA a septiembre de 2025, logrando así registrar su deuda neta más baja en los primeros nueve meses desde su salida a Bolsa.
Durante los primeros nueve meses del año, el EBITDA alcanzó los 925 millones de euros, lo que implica una leve disminución del 1,11%, con un margen del 11% (si se excluye el efecto del Plan Phoenix). Este resultado se atribuye a la implementación de iniciativas de eficiencia operativa, una estrategia de reducción de costos y la diversificación geográfica.
En el tercer trimestre, Gestamp llevó a cabo una nueva emisión de bonos senior con vencimiento en 2030 y completó la transacción con Banco Santander a través de Andrómeda Principal Investments, en la cual vendió una participación minoritaria en cuatro compañías que poseen activos inmobiliarios de Gestamp en España por 246 millones de euros.
Ambas iniciativas, alineadas con los objetivos estratégicos de la empresa, buscan fortalecer su balance y maximizar el valor de sus activos. El efecto inmediato de estas acciones ha sido una disminución de su apalancamiento y de la deuda neta, que se situó en 2.107 millones de euros, en comparación con los 2.437 millones reportados en el mismo lapso de 2024.
"Estos resultados se producen en un contexto complejo, dentro de un sector que atraviesa una profunda transformación, caracterizado por la volatilidad en los volúmenes de producción, la presión de aranceles y la incertidumbre en materia regulatoria", ha destacado la compañía.
Ante esta situación incierta y el crecimiento moderado del mercado, Gestamp ha realizado un ajuste moderado en sus proyecciones para el cierre de 2025, anticipando una ligera mejora en la rentabilidad de su negocio automotriz respecto al cierre de 2024.
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