García Rodero presenta nuevo libro y resalta la importancia de valorar a los fotógrafos.
La reconocida fotógrafa Cristina García Rodero ha presentado su nuevo libro titulado 'Ser fotógrafa, un regalo de la vida'. Este libro recoge más de 150 imágenes capturadas a lo largo de sus 50 años de carrera profesional en un total de 176 páginas. Durante la presentación, García Rodero destacó la importancia de su profesión y subrayó que ser fotógrafo requiere de dedicación, esfuerzo, pasión y sacrificio.
La autora expresó la necesidad que sienten los fotógrafos de ser reconocidos y valorados por su trabajo. Según sus palabras, "los fotógrafos necesitamos ser publicados, vistos, escuchados y valorados por el esfuerzo, sacrificio, dedicación y pasión que dedicamos a nuestra labor". García Rodero agregó que, en su opinión, sin un libro publicado, un fotógrafo no existe y nadie conocerá su trabajo. Agradeció a la editorial JdeJ Editores por brindarle la oportunidad de publicar sus imágenes, ya que muchas de ellas nunca serán vistas por el público.
La fotógrafa también hizo hincapié en la falta de apoyo y recursos para los profesionales de la fotografía en España. Lamentó la ausencia de un Centro Nacional de la Fotografía y la escasez de becas para los fotógrafos. Comparó la situación española con la de otros países, como México, que a pesar de ser económicamente más pobres, cuentan con un Centro Nacional de la Fotografía desde hace más de 30 años, lo que ha permitido el desarrollo de excelentes fotógrafos.
García Rodero compartió con el público las dificultades de su profesión, destacando la necesidad de estar atentos, ya que todo puede cambiar en un segundo. Sin embargo, señaló que los avances tecnológicos han facilitado el trabajo fotográfico. Reveló que su principal motivación es la emoción y confesó que las imágenes que menos le gustan son las relacionadas con el sadomasoquismo, ya que le impacta la forma en que algunas personas perciben el dolor como placer.
El libro incluye diversas imágenes destacadas por la autora, entre ellas las fotografías de India, con especial importancia en la celebración del festival de los colores, Holi; la serie 'con la boca abierta'; y una imagen desgarradora de una madre velando el cuerpo de su hijo fallecido. García Rodero narró la experiencia de capturar esa imagen, describiéndola como el trabajo más difícil y al mismo tiempo, un privilegio presenciar un momento íntimo de dolor extremo. La fotógrafa también muestra su trabajo en zonas de conflicto bélico, como Georgia y Kosovo, aspecto menos conocido de su carrera.