Fundación Franz Weber solicita eliminación del 'toca a toca' en zoos tras incidente con elefante en Tailandia.
MADRID, 8 de enero. La Fundación Franz Weber ha elevado su voz de alerta ante los Ministerios de Industria y Turismo y el de Agricultura, instando a que se tomen medidas para finalizar las actividades en zoológicos que permitan la interacción directa con los animales. Esta petición surge tras la trágica muerte de una turista española en Tailandia, quien perdió la vida mientras se bañaba con elefantes.
La organización ha destacado que existen riesgos inminentes e incontrolables en los zoológicos de nuestro país, recordando casos anteriores que han llegado a los tribunales. Entre ellos se encuentra el incidente de una mordedura sufrida por una visitante en una instalación de Galicia, así como otros sucesos alarmantes relacionados con los cuidadores en el Zoo de Madrid y en un conocido parque de Tenerife.
La Fundación sostiene que el contacto físico entre humanos y animales no solo es innecesario, sino que resulta en una fuente considerable de estrés para los animales. Según sus declaraciones, cada especie posee un lenguaje corporal y formas de comunicación propias que son incomprensibles para los humanos. Cuando los visitantes invaden su espacio, los animales no pueden captar las intenciones de quienes los tocan, y en muchas ocasiones, interpretan estas interacciones como una amenaza.
Además, la organización argumenta que la práctica de la domesticación o el entrenamiento forzado no ALIVE de ninguna manera elimina el estrés básico al que son sometidos estos seres vivos. Más bien, se les somete a un proceso de condicionamiento que ignora por completo sus necesidades biológicas y psicológicas. A juicio de la Fundación, el verdadero enfoque de conservación debería basarse en el respeto y la comprensión de cada especie, no en su uso como meros instrumentos de entretenimiento.
En la Guía de Aplicación de la Ley sobre parques zoológicos y acuarios, promulgada en 2003, se estipula que los recintos que albergan animales deben estar adecuadamente vallados para evitar el contacto físico. Sin embargo, la Fundación ha señalado que en numerosos zoológicos como el de Cabárceno, los visitantes tienen la posibilidad de tocar a diversas especies sin impedimento alguno.
Los naturalistas han alzado la voz de protesta, indicando que muchos zoológicos fomentan actividades de "toca toca", imponiendo costos adicionales en la entrada o cobrando por fotografías bajo el argumento de que se trata de animales adiestrados, tranquilos, o incluso rescatados.
No obstante, la Fundación advierte que estas experiencias atentan contra los principios de conservación que las propias empresas promueven a través de programas específicos. Además, exponen a los visitantes, incluidos los menores de edad, a posibles reacciones adversas que pueden surgir del miedo, el estrés, o diversas variables difíciles de control durante la actividad.
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