La producción europea sufrió un retroceso del 16,6% entre 2019 y 2023.

MADRID, 25 Sep.

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha instado a implementar incentivos para la inversión, especialmente enfocados en componentes tecnológicos como las baterías, con el fin de contrarrestar la caída en la industria automotriz europea. Sin embargo, advierten que estos incentivos pueden tardar en tener efecto, mientras que los competidores siguen llevando la delantera y podrían aumentar su ventaja.

En su informe más reciente de 'Cuadernos de Información Económica', el director de coyuntura de Funcas, Raymon Torres, señaló que ni los aranceles a la importación ni las ayudas a la compra son suficientes para combatir el declive del sector automotriz en Europa, que ha experimentado una significativa caída en comparación con Estados Unidos y China.

Entre 2019 y 2023 la producción europea retrocedió un 16,6% y las proyecciones para 2024 sugieren una continuación de esta tendencia a la baja. A su vez, Estados Unidos ha logrado estabilizarse tras recuperar parte del terreno perdido en años anteriores.

Según Funcas, el retroceso en Europa se atribuye a factores como la disminución de la demanda debido a circunstancias coyunturales causadas por el shock energético provocado por la desconexión de los combustibles fósiles rusos, tras el conflicto en Ucrania. Esta situación ha afectado el poder adquisitivo en el mercado comunitario y ha impactado en las ventas de automóviles.

Raymon Torres también apunta a las incertidumbres regulatorias y la falta de infraestructura adecuada para los vehículos eléctricos como posibles causas del estancamiento en las ventas de este tipo de vehículos, en comparación con los de combustión.

En términos estructurales, el retraso tecnológico en la adopción de vehículos eléctricos representa un desafío para Europa, mientras que China se consolida como el líder en este sector. Torres destaca la importancia de los subsidios estatales en China para impulsar y consolidar la transición hacia los vehículos eléctricos, lo que ha llevado a la Unión Europea a perder terreno en los mercados internacionales de este tipo de vehículos.