Crónica España.

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FSB ruso revela que detuvo planes ucranianos para atacar a líderes militares.

FSB ruso revela que detuvo planes ucranianos para atacar a líderes militares.

El día de hoy, 26 de diciembre, el Servicio Federal de Seguridad Interior de Rusia, conocido como FSB, ha hecho públicas las intervenciones que han llevado a cabo para desmantelar varios intentos de "actos terroristas". Estos atentados, según las autoridades rusas, habrían sido orquestados por agentes de los servicios de inteligencia ucranianos, con el objetivo de atacar a figuras prominentes del Ministerio de Defensa de Rusia y sus seres queridos.

En su comunicado, el FSB ha enfatizado que las acciones para neutralizar estos planes terroristas contemplaban una serie de ataques dirigidos a altos mandos del Ministerio de Defensa que están involucrados en la llamada "operación militar especial", que se refiere a la invasión de Ucrania. El informe señala que fueron arrestados cuatro individuos rusos que desempeñaban roles activos en la planificación de estos actos criminales.

Los detalles de la investigación revelan que, en noviembre, un ciudadano ruso, quien había sido reclutado por los ucranianos, llegó a Moscú después de un paso por Moldavia y Georgia. Este individuo, que había residido en Ucrania desde 2020, mencionó que había sido deportado antes de volver a Rusia.

El FSB ha añadido que, mientras se encontraba en la región de Moscú, el detenido logró acceder a un artefacto explosivo casero y un sistema de vigilancia que había escondido. Este explosivo, camuflado como un cargador portátil y equipado con imanes, estaba destinado a ser colocado bajo el vehículo oficial de uno de los altos funcionarios del Ministerio, cuyo chofer resultaba ser un familiar directo del objetivo.

Además, se ha indicado que existía un plan para detonar el artefacto de forma remota desde el territorio ucraniano. Después de que se consumara el ataque, se pretendía que el agente involucrado recibiera un transporte de regreso a Ucrania, y posteriormente a un país de la Unión Europea, lo que demuestra una red de apoyo internacional para estas operaciones terroristas.

El FSB ha identificado también a otro individuo en Moscú que, igualmente reclutado por las fuerzas ucranianas, asumió la responsabilidad de realizar trabajos de vigilancia sobre las residencias y lugares de trabajo de los altos mandos militares rusos, enviando imágenes y grabaciones a sus superiores en Ucrania.

En un giro más, se ha denunciado que el plan incluía el uso de un artefacto explosivo oculto en una carpeta de documentos, que iba a ser entregado a uno de los militares objetivo, con la ayuda de dos ciudadanos rusos que ya han sido detenidos en relación con el caso. Este complot estaba orquestado en coordinación con un ucraniano, Vitali Nikolaevich Ragozha, quien reside en Polonia y proporcionó las coordenadas para la operación.

Las fuerzas de seguridad de Moscú han confiscado tanto artefactos explosivos artesanales como equipos de comunicación que habían sido utilizados en estas actividades ilícitas. Como resultado de estas acciones, el FSB ha iniciado procedimientos penales en contra de los involucrados, acusándolos de circular de manera ilegal explosivos, preparar actos terroristas, y alta traición, enfrentándose a posibles penas de cadena perpetua.

En un contexto reciente, destaca que hace menos de diez días, el teniente general Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, fue abatido en un ataque que las autoridades rusas han atribuido a Kiev. Este ataque se llevó a cabo mediante la detonación de una bomba colocada en un patinete eléctrico, ubicado en la entrada de un edificio residencial en Moscú. La muerte de Kirillov se produjo un día después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) lo imputara por el uso de armamento químico durante la invasión a Ucrania.