Crónica España.

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Fitch anticipa un crecimiento del 2% en España hasta 2028 impulsado por el empleo y la productividad.

Fitch anticipa un crecimiento del 2% en España hasta 2028 impulsado por el empleo y la productividad.

MADRID, 18 de noviembre.

La reconocida agencia de calificación Fitch Ratings ha hecho una revisión positiva de las previsiones del producto interior bruto (PIB) potencial de España, situándolo en una media del 2% para el periodo 2024-2028. Este aumento se atribuye a factores de oferta, como la disminución del desempleo estructural, la generación de nuevos puestos de trabajo y un aumento en la productividad.

En su informe publicado este lunes, Fitch pronostica que la economía española experimentará un crecimiento aproximado del 3% en el presente año y mantendrá una tasa superior al 2% durante 2025 y 2026. Sin embargo, se anticipa una ralentización en los años subsiguientes, con un promedio que se estabilizará en torno al 2% hasta el año 2028.

La agencia ha señalado que la recuperación económica de España post-pandemia fue inicialmente más débil que la de sus homólogos europeos; no obstante, el país ha logrado acelerar su crecimiento y mantenerse en buena forma, a diferencia de otras naciones hermanas. Asimismo, Fitch enfatiza que esta mejora ha estado acompañada de un notable dinamismo en el mercado laboral nacional.

El informe detalla que “la creación de empleo tiene el potencial de superar a la de la eurozona en el futuro cercano, respaldada por un fuerte crecimiento de la población activa y la continua disminución del desempleo”. Además, se sugiere que la tasa de paro estructural es probablemente inferior al 11,2% actual.

Un aspecto importante a considerar es el aumento en la población en edad de trabajar, el cual experimentó un incremento significativo gracias, en parte, a la migración neta en 2022, que superó los niveles de toda la pasada década. Esto ha permitido, según el análisis, mitigar el envejecimiento de la población nativa y ha generado un ligero aumento en la tasa de participación laboral. Este crecimiento de la población activa proseguirá en el futuro, aunque se prevé una moderación.

Por otro lado, Fitch recuerda que el PIB per cápita en España todavía se encuentra por debajo de la media europea y que su convergencia con esta se produce de manera gradual. A pesar de los avances lentos en productividad, la agencia estima que esta comenzará a repuntar, impulsada por cambios en los factores que fomentan el crecimiento.

Se espera un incremento notable de la inversión privada en el país, favorecido por un entorno de reducción de tipos de interés y el impulso financiero derivado de la ejecución de proyectos que reciben fondos europeos, lo que podría generar un impacto positivo en la economía nacional.

Charles Seville, analista de Fitch, ha indicado que “la disponibilidad de mano de obra, el surgimiento de empleo y el aumento de la competitividad han sido determinantes para el robusto crecimiento de España. A menos que haya factores perturbadores, estos elementos de oferta deberían permitir que la economía crezca a un ritmo superior al 2% hasta el año 2026”.

En los últimos años, España ha mejorado su competitividad, gracias a la reducción de los costes laborales unitarios en comparación con la eurozona, lo que ha facilitado que las exportaciones de bienes y servicios aumenten, dando lugar a un superávit en la balanza por cuenta corriente.

La industria española ha demostrado ser "resiliente", según Fitch, en parte debido a la disminución de los precios de la electricidad en comparación con otros mercados desde la crisis energética de 2022, lo que ha sido favorecido por un mayor desarrollo de fuentes de energía renovables.