En Madrid, el 26 de diciembre, se ha presentado una importante solicitud por parte de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE) a todas las Federaciones de Cuenca y Comunidades de Regantes. El llamado es claro: deben aprovechar el inicio del proceso de revisión de los planes hidrológicos para el periodo 2028-2033, con el objetivo de enviar sus alegaciones en defensa del sector agrícola y de los intereses inherentes al regadío.
Este proceso de revisión abarca diversas demarcaciones hidrográficas, incluidas las del Cantábrico Occidental, Guadalquivir, Ceuta, Melilla, Segura y Júcar, así como las secciones españolas de las cuencas hidrográficas del Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana y Ebro. Es fundamental que este proceso finalice antes del 31 de diciembre de 2027, ya que las decisiones tomadas en este ámbito afectarán a muchas comunidades de regantes a nivel nacional.
En su declaración, FENACORE ha enfatizado la necesidad de un incremento sustancial en la inversión destinada a obras hidráulicas, en un contexto donde se señala un déficit de unos 3.000 millones de euros. Esta inversión es crucial para mitigar los riesgos de avenidas que puedan poner en peligro tanto la vida de las personas como sus bienes materiales. Asimismo, buscan garantizar el suministro de agua para riego, lo que resulta vital para mantener la producción alimentaria en el país. En este sentido, también se ha solicitado la construcción de 27 presas contempladas en los planes hidrológicos ya aprobados por el Gobierno en enero de 2023.
Es importante destacar que los documentos preliminares de esta revisión serán accesibles al público durante un periodo de seis meses, finalizando el 20 de junio de 2025. Dichos documentos podrán consultarse en las sedes y páginas web de las respectivas confederaciones hidrográficas, tal y como se detalla en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Durante este tiempo, cualquier persona interesada puede presentar propuestas, observaciones y recomendaciones relativas a estos documentos, dirigidas a los organismos pertinentes de cuenca.
Desde la federación, han defendido la necesidad de que la elaboración y ejecución de estos planes hidrológicos se realice "sin injerencias políticas ni ideológicas", destacando la importancia de que la voz de los regantes sea "escuchada y tenida en cuenta". Según la postura de FENACORE, esto facilitaría al Estado ejercer plenamente sus competencias en la gestión del Dominio Público Hidráulico y en la planificación hidrológica de las cuencas intercomunitarias, siempre en defensa de los intereses generales, tal como lo establece nuestra Constitución.
FENACORE ha prometido mantener informadas a las distintas comunidades de regantes sobre las etapas clave del proceso de planificación en el futuro. Estas incluyen los Esquemas de Temas Importantes de cada demarcación hidrográfica, los cuales estarán disponibles al público antes de que concluyan 2025, así como el proyecto del plan hidrológico para el periodo 2028-2033, que será sometido a consulta pública antes de finalizar el año 2026.
Además, la organización ha reiterado su pedido a la Comisión Europea y al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECo) para que no prioricen la consecución del buen estado de las aguas a expensas de satisfacer las demandas. FENACORE advierte que estos dos objetivos en la planificación hidrológica son igualmente importantes y, por tanto, se requieren medidas que concilien la sostenibilidad ambiental con la seguridad y el bienestar social y económico.
Juan Valero de Palma, presidente de FENACORE, ha hecho hincapié en la oportunidad que brinda el inicio del cuarto ciclo de planificación hidrológica para abordar y corregir los aspectos que no satisfacen al sector. Según su perspectiva, este nuevo ciclo debe ser un vehículo para implementar obras hidráulicas sostenibles que no solo salvan vidas, sino que también garantizan un futuro justo, ordenado y estable para la gestión del agua en España.
Por último, Valero ha subrayado que, como ha quedado demostrado en situaciones de emergencia como la DANA, las opiniones de los regantes no pueden ser ignoradas ni subestimadas en el ámbito de la planificación hidrológica. "Nos jugamos mucho en ello, tanto a nivel económico como social", ha afirmado, reafirmando la crítica necesidad de una atención adecuada a las voces del sector en el desarrollo de políticas relacionadas con el agua.
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