En Madrid, a 24 de noviembre, se han alzado voces desde varias organizaciones feministas con motivo de las marchas programadas para este lunes 25 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En estas movilizaciones, los grupos han adoptado el lema que proclama que "la vergüenza cambie de bando", un mensaje que busca dar un giro a la narrativa habitual sobre la violencia de género.

Entre los lemas que resonarán durante estas manifestaciones destacan consignas como "Juntas, el miedo cambia de bando"; "Vergüenza y miedo para los agresores"; y "Si no eres la solución, eres el problema. La vergüenza va a cambiar de bando". Estos mensajes están diseñados para levantar la voz contra la violencia de género en diversas ciudades de España, instando a la sociedad a reconocer y afrontar esta problemática de manera contundente.

El caso de Gisèle Pelicot ha sido un punto focal en este contexto. Esta mujer francesa ha sufrido en carne propia una década de atrocidades, siendo víctima de violaciones sistemáticas orquestadas por su propio marido. Pelicot ha manifestado su deseo de que "la vergüenza cambie de bando", un clamor que resuena con fuerza en las marchas y que busca generar conciencia sobre el sufrimiento de las víctimas.

Gisèle Pelicot también ha expresado su intención de apoyar a otras mujeres que han sido víctimas de sumisión química y abusos. En sus declaraciones, ha hecho hincapié en la realidad de que el peligro puede estar más cerca de lo que se piensa. "El violador no siempre te lo encuentras en un aparcamiento, a altas horas de la noche. También puede estar dentro de tu familia, de tus amigos", advirtió durante uno de los juicios relacionados con su caso.

La problemática expuesta por Pelicot ha resonado también en el ámbito gubernamental. El Ministerio de Igualdad ha lanzado una campaña institucional bajo el lema 'Ni una más. Ni una menos', que se presentó el viernes pasado. Esta iniciativa tiene como objetivo combatir la normalización de la violencia machista y mantener un discurso firme y claro sobre el tema.

Carmen Martínez, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, resaltó la importancia de la campaña, indicando que es fundamental no "romantizar" la violencia de género. Martínez destacó que muchas veces, los agresores intentan manipular a las víctimas acercándose en un aparente acto de arrepentimiento o pidiendo perdón, pero subrayó que "el amor no debe doler ni debe someter".

Por su parte, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, también enfatizó en la presentación de la campaña que es crucial interpelar a los entornos sociales, animando a todos a colaborar para "arrinconar al violento". En esta línea, la ministra advirtió que es necesario que "el miedo, la vergüenza y la culpa cambien de bando", un mensaje que busca empoderar a las víctimas y concienciar a la sociedad.

El escabroso caso de Gisèle Pelicot ha sacudido a la sociedad francesa, al descubrirse que durante diez años fue sometida por su esposo a un total de al menos 92 violaciones organizadas. Dominique Pelicot, su marido, supuestamente la mantenía inconsciente durante las agresiones mediante la administración de ansiolíticos sin su consentimiento; un plan que involucraba al menos a otros 50 hombres, cuyas edades oscilaban entre los 26 y los 74 años, reclutados a través de Internet para participar en estas atrocidades.