Faes Farma, una de las compañías farmacéuticas más destacadas del país, ha tomado la significativa decisión de aprobar un dividendo en efectivo correspondiente a los resultados del año 2024, que será de 0,041 euros por acción. Este importe representa un incremento del 5,1% respecto al dividendo de 0,039 euros por título que se distribuyó el año anterior. Esta información fue oficialmente comunicada por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en una nota de prensa emitida el pasado viernes.

De acuerdo con el anuncio realizado, el pago del dividendo en efectivo está programado para llevarse a cabo en enero de 2025, lo que significará un desembolso aproximado de 12,8 millones de euros. Esta cifra no solo refleja el compromiso de la empresa con sus accionistas, sino también su sólido desempeño en el mercado, a pesar de los desafíos que enfrenta la industria farmacéutica.

En la información proporcionada por Faes Farma, se detalla que el `last trading date`, es decir, el último día en que las acciones se negociarán con derecho a recibir el dividendo, será el próximo 8 de enero. Posteriormente, el 9 de enero se registrará la fecha a partir de la cual las acciones se intercambiarán sin derecho a dicho dividendo, conocido como `ex-date`.

Asimismo, el proceso para determinar quiénes serán los accionistas con derecho a la retribución se llevará a cabo el 10 de enero, fecha que se ha denominado `record date`. El pago efectivo del dividendo se efectuará el 13 de enero de 2025, consolidando así el compromiso de la empresa con una política de retribución a sus inversores.

Adicionalmente, se ha comunicado que el dividendo complementario correspondiente al ejercicio del próximo año se abonará también en efectivo, una vez esté aprobado en la junta general ordinaria que se llevará a cabo a mediados de 2025. Este enfoque resalta la intención de la compañía de mantener una política de dividendos que sea beneficiosa tanto para los accionistas como para la salud financiera de la empresa.

Faes Farma ha manifestado su aspiración de seguir distribuyendo el dividendo únicamente en efectivo, con un objetivo que ronda el 50% de los beneficios obtenidos en el periodo. No obstante, hay que tener en cuenta que esta retribución podría verse afectada por las necesidades de inversión que la empresa tenga en su política de expansión internacional, así como por su crecimiento, tanto de manera orgánica como inorgánica. Esta flexibilidad es fundamental para adaptarse a un mercado que está en constante evolución.