Estudiantes en Madrid reivindican un feminismo auténtico, alejado del discurso del Gobierno PSOE-Sumar.
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, varias organizaciones estudiantiles en Madrid han realizado una manifestación con un fuerte componente político y social. Este año, el evento ha girado en torno a tristes recordatorios, como el caso de Gisèle Pelicot y Juana Rivas, así como las 47 mujeres que perdieron la vida a causa de la violencia machista en 2024, además de otras 9 víctimas de violencia vicaria.
La manifestación, organizada por Libres y Combativas junto con el Sindicato de Estudiantes, comenzó en la emblemática Puerta del Sol de la capital española. A pesar de las lluvias persistentes que han afectado a gran parte del país, un número considerable de estudiantes se unió a la protesta, exhibiendo su descontento hacia la desigualdad de género y el machismo que persiste en la sociedad, aunque la participación fue notablemente menor que en años anteriores.
Los organizadores del evento han propuesto un enfoque de “feminismo de combate”, que se distingue por su carácter de clase y antifascista. Critican lo que consideran “feminismo de postura” del actual gobierno, asegurando que este no se enfrenta apropiadamente a quienes lucran con la opresión de las mujeres. Este concepto se ha expandido en su discurso, ya que la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, lo ha calificado como un discurso que no se traduce en acción efectiva.
Latorre ha denunciado que muchos discursos políticos se quedan en palabras vacías, subrayando la falta de soluciones a problemas como la violencia de género, la educación sexual y la desigualdad económica. La agitación por el bienestar y la justicia social se ha hecho evidente con preguntas retóricas que resuenan entre los manifestantes, quienes exigen acción real en lugar de simples promesas.
La manifestación también enfatizó en el caso de Gisèle Pelicot, un recordatorio desgarrador de la violencia machista que afecta a las mujeres en muchos países, incluso en naciones donde se presume un gran avance en derechos. La situación de Juana Rivas, hacia quien el sistema judicial ha mostrado una alarmante indiferencia, pone de manifiesto la ineficacia del marco legal en la protección de las mujeres. Los convocantes de la protesta han hecho hincapié en que los recursos destinados a las víctimas de violencia se han reducido y que la respuesta institucional deja mucho que desear.
Preocupados por la creciente ola de violencia, los asistentes recordaron que en el último año, 47 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en España. Esta cifra, que indica una alarmante tendencia, resalta las deficiencias en las políticas de protección a los más vulnerables. Mientras tanto, la violencia vicaria ha dejado a 9 menores como víctimas, una cifra que no se había visto desde 2015.
El discurso también ha sido un punto focal, denunciando que fuerzas políticas de extrema derecha, como el PP y Vox, están en contra del feminismo y han fomentado un clima de agresión hacia las mujeres. Los organizadores han señalado cómo estos grupos intentan trivializar la violencia de género, deslegitimando las preocupaciones de miles de mujeres y exponiéndolas a un entorno de riesgo sin medidas de protección adecuadas.
Los manifestantes, sintiéndose agredidos tanto por actitudes hostiles en el ámbito académico como por un aparato político que parece ignorar sus luchas, han prometido que no dejarán de luchar por sus derechos. El Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas también han instado a los estudiantes a participar en una huelga feminista, insistiendo en la necesidad de hacer oír sus demandas entre las calles este 8 de marzo.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.