"Especialistas en RSC advierten que 2025 será clave para transformar las empresas hacia un modelo más humano y social."
En Madrid, el 7 de enero, diversos expertos en Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que representan organizaciones de prestigio como la Fundación SERES, el Pacto Mundial de la ONU en España, Corporate Excellence, la consultora Quiero y Foro NESI, han manifestado su opinión a Europa Press sobre la importancia del año 2025. Según sus declaraciones, este año se perfila como un periodo fundamental en el que los valores sociales cobrarán un protagonismo creciente en las empresas del futuro.
La directora general de la Fundación SERES, Ana Sainz, ha expresado que al mirar hacia 2025, hay una certeza generalizada de que será el momento para transformar las empresas hacia modelos más humanos y centrados en las personas. Destacó la relevancia de adoptar los derechos humanos a lo largo de toda la cadena de valor, fomentar el diálogo intergeneracional, ejercer un liderazgo responsable y atender a los asuntos de medio ambiente, sociales y de gobernanza (ESG), enfatizando que estos serán motores claves en el ámbito organizacional y social.
Sainz también subrayó que se evidenciará que lo social representa un manantial de nuevas oportunidades para las empresas. La clave, según ella, radica en una transformación que permita a las compañías adoptar enfoques que trasciendan el mero cumplimiento normativo y busquen generar valor a largo plazo. Este cambio de mentalidad es vital para integrar lo económico con lo social, evitando cualquier abordaje que separe estos aspectos, un error que podría resultar fatal para el futuro organizacional.
Además, llamó la atención sobre la importancia del liderazgo en las altas esferas de las empresas para diseñar políticas y prácticas que fomenten una cultura de responsabilidad social. Herramientas como el Mapa SERES de Huella Social podrían facilitar a las empresas medir y evaluar su impacto social dentro de sus modelos de negocio.
El camino hacia la innovación empresarial y la mejora del compromiso social exige un enfoque que considere la sostenibilidad como un elemento central, tal como lo resumió Sainz, enfatizando que es crucial situar a las personas en el centro de estas transformaciones.
En cuanto a los desafíos que esperan a las organizaciones en 2024, los expertos han mencionado la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD), que obligará a las empresas a hacer públicos los impactos de su actividad en términos de sostenibilidad, así como la directiva de diligencia debida (CSDDD) que impondrá sanciones a las grandes empresas que infrinjan los derechos humanos o dañen el medio ambiente. Estas son directrices que han sido impulsadas desde la Unión Europea, marcando un camino hacia una mayor regulación en el ámbito empresarial.
Desde el Pacto Mundial de la ONU en España, su CEO, Cristina Sánchez, ha descrito 2024 como un "año crucial para el avance de la sostenibilidad empresarial". Ha resaltado la creciente relevancia de gestionar las cadenas de suministro de manera sostenible, mencionando un programa de capacitación dirigido a pequeñas y medianas empresas que ha logrado capacitar a más de 5.800 pymes en colaboración con 50 grandes empresas españolas.
Proyectando hacia 2025, Sánchez anticipa un cambio en el marco normativo, que se prevé más simplificado gracias al 'Paquete Omnibus'. Asimismo, pronosticó un crecimiento en la innovación tecnológica aplicada a la sostenibilidad empresarial, subrayando, no obstante, los riesgos éticos y ambientales que dicha tecnología podría acarrear.
En este contexto, considera que la sostenibilidad empresarial está alcanzando una fase de madurez, con un incremento notable en la importancia de las estrategias de sostenibilidad respaldadas por la dirección ejecutiva, lo que incide positivamente en la demanda de habilidades especializadas en sostenibilidad y en el auge de las finanzas responsables.
En el ámbito español, se reveló que la inversión sostenible alcanzó en 2023 la cifra de 236.894 millones de euros, constituyendo casi la mitad del total de patrimonio gestionado. Esta tendencia está llamada a continuar en 2025, impulsada por un entorno regulatorio más claro y una creciente demanda tanto de inversores como de consumidores en pro de alternativas financieras responsables.
La directora general de Quiero, Sandra Pina, a su vez subrayó que las normativas venideras de 2024 están orientadas a establecer un sistema de reporting y medición obligatoria que, per se, es positivo, dado que lo que se mide puede gestionarse adecuadamente. Además, subrayó que ahora las empresas han comenzado a adoptar seriamente la biodiversidad, dadas las evidentes implicaciones de riesgo que esto conlleva.
En un informe de WAS y Schneider, se constató que el 38% de las empresas se está preparando para adaptarse al cambio climático. Sin embargo, Pina advirtió que el tema de la adaptación no ha sido abordado debido a cuestiones de "correctitud política", aunque anticipa que 2024 será el año en el que se abran espacios de diálogo sobre este asunto entre empresas, sociedad civil, sector financiero, medios de comunicación y gobiernos locales.
Pina concluyó señalando que los temas sociales de la sostenibilidad, tales como el envejecimiento poblacional, la diversidad, la inteligencia artificial y el talento verde, junto con la necesidad de integrar la esfera social en las cadenas de suministro, están destinados a ganar relevancia en el futuro cercano.
Por su parte, el CEO de Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership, Ángel Alloza, alega que 2024 ha dejado huella de la tendencia hacia una "intangibilización empresarial" en las organizaciones. Además, auguró que en 2025 se fortalecerá la expectativa social de que las empresas asuman un rol crucial como agentes de cambio y transformación desde una óptica optimista.
Alloza también avizora que este modelo, sustentado en una gestión estratégica de los activos intangibles, se enfocará en la gestión de la reputación corporativa y la reducción de riesgos reputacionales. En su análisis, identificó la inclusión de la sostenibilidad en las estrategias corporativas, un liderazgo responsable profundamente basado en el propósito empresarial y el desarrollo de marcas que conecten con las personas, como elementos prioritarios en la agenda empresarial de los próximos meses.
Desde Foro NESI, su cofundador y director, Diego Isabel, ha destacado que uno de sus objetivos para 2025 es fomentar la colaboración entre organizaciones de la economía de impacto, buscando soluciones innovadoras a problemas nacionales. También se comprometió a trabajar por un equilibrio territorial que promueva la descentralización económica y laboral, como una forma eficaz de mejorar la calidad de vida y contrarrestar el cambio climático.
Isabel finalizó su intervención asegurando que 2024 ha sido testigo de considerables progresos en el ecosistema de la economía de impacto, con un aumento en la cantidad de emprendedores sociales, un crecimiento de empresas comprometidas con la sostenibilidad, como las B Corp, y un incremento en el capital destinado a inversiones de impacto. Este contexto genera grandes expectativas de cara a 2025, cargado de esperanza y determinación para seguir generando un impacto positivo.
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