Crónica España.

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España se ausenta de la toma de posesión de Maduro, rechazando su victoria.

España se ausenta de la toma de posesión de Maduro, rechazando su victoria.

El Gobierno español ha decidido no enviar representantes a la ceremonia de toma de posesión de Nicolás Maduro, quien asumirá nuevamente la presidencia de Venezuela este viernes. Esta decisión ha sido confirmada por fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, subrayando así la postura del Ejecutivo respecto a la situación política en el país sudamericano.

Desde el pasado 28 de julio, fecha en la que se llevaron a cabo las elecciones presidenciales, el Gobierno español no ha reconocido la victoria de Maduro. Esto ha sido en gran parte debido a la falta de transparencia por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que no ha hecho públicas las actas de votación. En contraste, las informaciones proporcionadas por la oposición indican un triunfo contundente del candidato opositor Edmundo González, lo que ha aumentado las dudas sobre la legitimidad del actual mandatario.

España se adhiere a una postura común dentro de la Unión Europea, la cual niega el reconocimiento de Maduro como presidente. Sin embargo, a pesar de la presión ejercida por el Congreso de los Diputados y el Senado para que se reconozca a Edmundo González como presidente electo, el Gobierno ha mantenido una posición ambivalente al respecto.

En un contexto de exilio, el Gobierno español ha ofrecido asilo político a Edmundo González, quien se encuentra en el extranjero. González es considerado el legítimo candidato de la oposición, especialmente tras la imposibilidad de María Machado para presentarse a los comicios. A pesar de su estatus de asilado, González ha expresado su deseo de regresar a Venezuela para participar en la toma de posesión, programada para este viernes.

González, que salió de Caracas el pasado 8 de septiembre en un avión de la Fuerza Aérea española, ha estado en una gira por varios países de Iberoamérica, comenzando por Argentina y extendiéndose a Estados Unidos, con una última parada en Panamá, donde planea volar directamente a Venezuela.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, informó el 20 de diciembre que se había otorgado asilo a González, y subrayó que este tiene "total libertad de desplazamiento para poder entrevistarse con quien desee". Esta declaración pone de relieve el apoyo del Gobierno español a la oposición venezolana y su deseo de que se logre una transición democrática.

Aunque España no enviará a ningún representante a la toma de posesión, lo que demuestra su rechazo a reconocer a Maduro, el Gobierno no ha cerrado la Embajada en Caracas, lo cual sugiere una intención de mantener los canales diplomáticos abiertos ante la compleja realidad política del país.

Con el objetivo de continuar con la representación diplomática en Venezuela, a principios de diciembre, el Consejo de Ministros nombró a Álvaro Albacete como nuevo embajador. Albacete presentó sus cartas credenciales ante Maduro el 23 de diciembre, lo cual indica un intento por parte del Gobierno español de proteger los intereses de España en una nación donde residen aproximadamente 350,000 españoles y existe una notable presencia de empresas españolas.