La compañía taiwanesa Gold Apollo ha revelado que los 'buscas' que explotaron en Líbano y Siria fueron fabricados por una empresa con sede en Budapest, Hungría, y no por Israel, como se había señalado inicialmente. Esto surge tras las acusaciones de las autoridades libanesas y Hezbolá contra el país judío.
Se ha señalado que Gold Apollo tiene una asociación a largo plazo con BAC Consulting KFT, la cual se encarga del diseño y fabricación de estos productos, mientras que la compañía taiwanesa solo permite el uso de su marca para la venta en ciertas regiones designadas.
La empresa ha aclarado que el modelo AR-924, mencionado en los informes, es producido y vendido exclusivamente por BAC Consulting KFT, enfatizando que Gold Apollo cumple con todas las regulaciones pertinentes y mantiene asociaciones transparentes con sus colaboradores.
Posteriormente, se ha confirmado que las explosiones fueron resultado de explosivos ocultos dentro de los 'buscas', importados a Líbano. Estos dispositivos, manipulados por la inteligencia israelí, estaban destinados a detonar de forma remota en territorio libanés, distribuidos por Hezbolá entre sus miembros en varias regiones.
Los buscas que estaban activados recibieron una señal para detonar los explosivos, lo que llevó a múltiples víctimas, incluyendo a una niña. Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Beirut, Mojtaba Amini. Tanto el Gobierno libanés como Hezbolá han acusado a Israel por estos actos, prometiendo una respuesta a la agresión, aunque Israel no ha respondido hasta el momento.
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