El gobierno de Sumar se aferra a la viabilidad de su legislatura, incluso ante la inminente derrota parlamentaria que representa la amenaza de los partidos de oposición, como PP, Vox y Junts, al intentar rechazar este miércoles la reforma laboral, uno de los pilares de su programa. A pesar de este contratiempo, los aliados del gobierno se mantienen firmes en su respaldo hacia la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, calificando su gestión como un modelo de éxito en el ámbito laboral.
Fuentes cercanas al grupo parlamentario plurinacional destacan que Díaz sigue siendo una figura fuerte que debe continuar en su cargo, argumentando que cuenta con un respaldo social considerable que le permitirá seguir adelante. Aunque la derrota en el Congreso está asegurada, sostienen que su legado laboral va más allá de la agenda de reducción de jornada, enfatizando su historial de logros en materia laboral.
Los partidos que apoyan a Sumar no ven necesario dramatizar la decisión de Junts, que este lunes confirmó su intención de mantener su enmienda total al proyecto del gobierno. Aunque intentaron persuadir a Junts para que no se uniera a PP y Vox en esta acción, consideran que este momento difícil puede ser parte de un proceso más amplio. La decisión de rechazar el proyecto de ley se interpreta como una estrategia para posicionarse como una fuerza política de derechas en Cataluña, alineándose con los intereses de la patronal regional.
Desde el seno de Sumar, algunos reconocen el impacto que tendrá la caída de esta medida insignia, no obstante, la mayoría sostiene que el debate es necesario para mostrar la postura de cada partido. Argumentan que el descontento social podría revertirse en contra de la oposición y que, contrariamente a debilitarse, Sumar podría reorganizar su fuerza política a través de la movilización social.
“No todas las confrontaciones se resuelven con una victoria legislativa”, aseguran desde dentro del grupo parlamentario. Subrayan la importancia de debates como estos, independientemente de su desenlace. Además, destacan el compromiso de Díaz de seguir en su puesto y la solidez de su apoyo social para reintroducir la propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en el futuro.
A pesar del inminente revés en el Congreso, los dirigentes de Sumar mantienen que su gobierno no está en peligro. La complejidad de los números parlamentarios no les impide avanzar en iniciativas sociales importantes, subrayando que el camino de su agenda gubernamental sigue abierto y que la oposición carece de una alternativa viable.
La posición de Díaz es defendida por sus logros, que incluyen no solo la reducción de jornada, sino también reformas laborales significativas y mejoras en el salario mínimo. "Aunque el panorama es complicado, debemos resistir", comenta un diputado, quien subraya que el rechazo de Junts era una posibilidad esperada. Esta fuente aboga por volver a presentar la ley, con la esperanza de que Junts cambie de opinión si sus demandas políticas son atendidas.
Algunos miembros del partido enfatizan que las decisiones de Junts se basan más en circunstancias políticas que en consideraciones técnicas, lo cual ha llevado a la oposición a frustrar el avance de un proyecto que podría beneficiar a muchos ciudadanos. Verónica Martínez Barbero, portavoz de Sumar, ha expresado que votar en contra es votar en contra de los trabajadores que son fundamentales para la economía del país.
En este contexto, Barbero ha reiterado que la reducción de la jornada es una medida necesaria y justa, instando a la oposición a reflexionar y alinearse con el progreso de la nación. Además, advirtió que los intentos de debilitar al gobierno al rechazar esta propuesta solo reducen las oportunidades de la clase trabajadora, subrayando que el bienestar de los trabajadores debería ser una prioridad.
Por otro lado, Alberto Ibáñez, un diputado de Compromís, criticó a la oposición por su postura calificada de “trumpista” y responsable de querer perpetuar una argumentación que él considera “esclavista”. Gerardo Pisarello, primer secretario de la Mesa del Congreso, también ha hecho hincapié en lo incomprensible que resulta el rechazo de la oposición a un proyecto que, de ser aprobado, beneficiaría a un gran número de trabajadores.
Finalmente, Pisarello ha censurado la actitud de Junts, acusándolos de alinearse con los intereses de PP y Vox para solo complacer a la patronal catalana. Este enfoque, según argumenta, perjudica a aquellos que realmente requieren el apoyo de estas reformas.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.