El Prado presenta paso procesional en la muestra 'Darse la mano' y reintroduce escultura policromada en sus salas.
En la jornada del 21 de noviembre, el afamado Museo del Prado de Madrid abrirá las puertas de su nueva exposición titulada 'Darse la mano', un evento que busca rescatar y poner en valor la escultura policromada barroca a través de cinco piezas que se exhibirán por primera vez ante el público. El director de la institución, Miguel Falomir, compartió estos detalles en una rueda de prensa celebrada el día anterior.
La muestra, además de las obras inéditas, presenta un paso procesional titulado 'Sed tengo', creado por el destacado escultor Gregorio Fernández. Esta pieza, que proviene del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, ofrece a los visitantes la oportunidad de apreciar la profunda "alianza" que existía entre la escultura y la pintura durante la Edad Moderna, una relación con la que buscaban "persuadir" religiosamente a los devotos.
Manuel Arias, comisario de la exposición y jefe del Departamento de Escultura en el Museo del Prado, resaltó que “la unión entre la escultura y el color hizo que las obras de procesión fueran altamente efectivas”. Asimismo, señaló que estas esculturas no eran meros rectángulos con una única cara, sino que estaban diseñadas para ser vistas desde múltiples ángulos y con diversas iluminaciones, lo que intensifica su impacto visual.
Para esta significativa exposición, la pinacoteca ha incorporado adquisiciones recientes como 'Buen y Mal ladrón', de Alonso Berruguete, y 'San Juan Bautista', de Juan de Mesa, además de otras esculturas de un 'Descendimiento' de la tradición castellana bajomedieval.
La exposición se estructura en siete capítulos y examina el esplendor de la escultura policromada barroca y su interacción con la pintura. Está compuesta por cerca de un centenar de obras, que incluyen 41 esculturas y 35 pinturas. El comisario explicó que, aunque esta efectividad en la escultura para convencer no nació en el barroco español, es crucial rastrear las raíces que nos conectan con nuestras tradiciones artísticas y culturales de la herencia latino.
El significado del color en la escultura también es uno de los puntos destacados de la muestra. Arias enfatizó que “la policromía no solo fue esencial, sino que representaba una de las técnicas más costosas de la época, dado que incluía oro y otros materiales que dotaban de vida a las obras”. Así mismo, subrayó que el color no era meramente decorativo, sino un componente vital para realzar los aspectos dramáticos de las esculturas, afirmando contundentemente que “una escultura es un cuerpo muerto si carece de color, se convierte en un cadáver”.
En su intervención, Falomir destacó que una de las lecciones principales de 'Darse la mano' reside en lo "anacrónico" que resulta “aislar la cultura de estas esculturas". Además, calificó la exposición como "absolutamente fascinante", augurando un gran impacto en la audiencias que la visiten.
Falomir también adelantó que se llevarán a cabo cambios en la disposición de algunos de los espacios dedicados a la escultura en el Museo del Prado en los próximos meses, buscando una mejor interacción y diálogo continuo con las obras pictóricas.
Finalizó afirmando que “muchas de las esculturas encontrarán su lugar en la colección permanente, lo que va acompañado de un esfuerzo sostenido en los últimos años para incluir esculturas de bronce, mármol y, ahora, también policromadas”.
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