MADRID, 29 de octubre. En un reciente Pleno del Congreso de los Diputados, el Partido Popular (PP) resaltó el hecho de que el director de la Real Academia Española (RAE) es elegido por los académicos de la institución, en contraposición al director del Instituto Cervantes, cuyo nombramiento recae en el Gobierno y con un salario de 107.000 euros anuales.

La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, defendió la labor del Instituto Cervantes en la promoción del idioma español, subrayando que es evidente que el Ejecutivo mantiene un firme respeto hacia el castellano.

“El español, que es hablado por más de 600 millones de personas en más de 50 naciones, debe mucho al esfuerzo y la promoción de los Institutos Cervantes. Esto ilustra la robustez y vitalidad del idioma”, expresó Alegría durante su intervención en el Congreso, reivindicando la importancia del Cervantes en la difusión del español.

En respuesta a la inquietud manifestada por el diputado del PP, Jaime de los Santos, sobre el compromiso del Gobierno con la lengua española, la ministra pidió tranquilidad al parlamentario, asegurando que el respeto y la promoción del castellano son prioridades para el Ejecutivo.

Añadió que el Gobierno también valora la diversidad lingüística que existe en el país, reconociendo las diferentes lenguas oficiales coexistentes en España, lo cual cerró su intervención ante el hemiciclo.

Este debate se contextualiza en un desacuerdo reciente entre la RAE y el Instituto Cervantes, que se intensificó durante el X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) celebrado en Arequipa, Perú. Esto sucedió tras las polémicas declaraciones del director del Cervantes, Luis García Montero, quien sugirió que el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, está más enfocado en la gestión empresarial que en los asuntos académicos.

La RAE respondió a estas críticas, calificado los comentarios de García Montero como un ataque injustificado y defendiendo la "extraordinaria labor" de Muñoz Machado durante su mandato de siete años.

Figuras académicas como Álvaro Pombo y Arturo Pérez Reverte también intervinieron en la controversia, este último acusando a García Montero de ser "mediocre" y de intentar “colonizar” la RAE, que es emblemática en la protección de la lengua española. En respuesta, García Montero insistió en que no había ruptura de relaciones con la RAE y que su comentario sobre preferir un filólogo en el cargo fue malinterpretado.

En el ámbito político, el ministro de Asuntos Exteriores, cuyo departamento supervisa el Instituto Cervantes, no ha emitido ninguna declaración sobre esta situación. En Perú, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, si bien evitó el conflicto, elogió la importante labor de García Montero al frente de la institución Cervantes.

El PP ha presentado formalmente una serie de preguntas al Gobierno, indagando si apoya las afirmaciones recientes de García Montero y reafirmando su compromiso con la independencia de la RAE frente a la “injerencia ideológica” que perciben por parte del Ejecutivo, en relación a lo que consideran un ataque injusto a la institución académica.

El Instituto Cervantes recibe un 56% de financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores, mientras que el 43% de sus ingresos proviene de sus propios recursos. En cambio, la RAE se sostiene con un 80% de fondos provenientes de administraciones públicas y un 20% de recursos propios.