Crónica España.

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El número de furgonetas eléctricas en Europa se disparará a 3,9 millones para 2030, afirma T&E.

El número de furgonetas eléctricas en Europa se disparará a 3,9 millones para 2030, afirma T&E.

La implementación de zonas de carga cero emisiones en las capitales europeas podría ser una realidad para el año 2030, gracias a la proyección de oferta de furgonetas eléctricas en la Unión Europea y Reino Unido. Según un análisis realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) y Clean Cities Campaign, se espera que entre 2025 y 2030 haya alrededor de 3,9 millones de furgonetas eléctricas disponibles en el mercado.

Este análisis sugiere que las flotas de más de 100 furgonetas solo absorberían el 32% del suministro total, lo que garantiza que haya suficientes vehículos eléctricos para abastecer a las 27 capitales de la UE y Londres. De esta forma, se prevé que para finales de la década, las grandes flotas de furgonetas de gasolina y diésel desaparezcan de las calles europeas.

El informe destaca que las furgonetas eléctricas jugarán un papel fundamental en la descarbonización de los centros urbanos, ya que las zonas de cero emisiones se están convirtiendo en una herramienta popular para combatir la contaminación del aire en Europa. Se espera que para 2030 haya 35 de estas zonas planificadas, con 19 de ellas en funcionamiento para 2025.

Además, se prevé que para el año 2026, haya más modelos de furgonetas eléctricas en el mercado que de diésel y gasolina, y que las furgonetas eléctricas a batería sean más económicas de adquirir que sus equivalentes diésel en 2027.

Este impulso hacia las furgonetas eléctricas se ve respaldado por la nueva directiva europea sobre calidad del aire ambiente, que será más estricta y entrará en vigor en 2030. Esta normativa obligará a las ciudades a considerar las zonas de cero emisiones como una prioridad si se espera que se superen los límites de contaminación atmosférica.

En resumen, el mercado de furgonetas eléctricas está en constante crecimiento, con cada vez más modelos disponibles y precios más competitivos. Estos vehículos jugarán un papel clave en la transición hacia un transporte más sostenible en las ciudades europeas, sin comprometer la autonomía ni la economía de los conductores.