El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha instado al Gobierno a aumentar las pensiones mínimas no contributivas de la Seguridad Social para garantizar que los beneficiarios puedan satisfacer sus necesidades básicas con dignidad.
Según el CERMI, estas pensiones deben equipararse a las pensiones mínimas contributivas, ya que la brecha entre ambas se está ampliando cada vez más, lo que perjudica económicamente a quienes las reciben.
Actualmente, la pensión no contributiva es de 7.250,60 euros, mientras que la pensión contributiva mínima alcanza los 11.552,80 euros para el año 2024, lo que refleja una gran disparidad.
Además de aumentar las cuantías, el CERMI también ha propuesto que se modifique la regulación para que solo se considere la capacidad económica personal del solicitante y no la de toda la unidad familiar, lo cual penaliza a las personas con discapacidad.
Otro aspecto que el CERMI considera importante es mejorar la compatibilidad entre la percepción de la pensión no contributiva y el trabajo remunerado, con el objetivo de fomentar la activación de las personas con discapacidad.
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