En una reciente declaración, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha informado que el Consejo de Ministros, programado para el martes 4 de noviembre, otorgará la nacionalidad española a 170 descendientes de brigadistas internacionales que participaron en la Guerra Civil española entre 1936 y 1939. Esta medida se enmarca dentro de la Ley de Memoria Democrática, que busca reconocer y promover la memoria histórica en el país.

Durante un acto celebrado en el Auditorio Nacional de Madrid, Sánchez expresó su orgullo por poder dar la bienvenida a estos descendientes como compatriotas, afirmando que esto refleja el espíritu de una España libre y democrática. "Es un honor para nosotros poder contar con ellos entre nosotros", agregó el mandatario.

El presidente también subrayó que la decisión de otorgar la nacionalidad no solo es un paso hacia el reconocimiento de la Memoria Democrática, sino que también es una defensa de los valores democráticos ante un panorama global que enfrenta desafíos y retrocesos en este ámbito.

En su discurso, Sánchez hizo hincapié en otras iniciativas que se implementarán, incluida la rápida actuación del Ministerio de Cultura para solicitar judicialmente la disolución de la Fundación Francisco Franco, una acción prevista para avanzar en la limpieza simbólica de la historia reciente de España.

Además, el presidente anunció que antes del final de noviembre se aprobará un decreto que regulará el catálogo de símbolos considerados contrarios a la Memoria Democrática, con el objetivo de retirar estos elementos de las calles, plazas y espacios públicos del país. "Actuaremos sin excusas ni retrasos", insistió Sánchez, señalando que estas propuestas constituyen una responsabilidad clara del Gobierno hacia las víctimas de la historia reciente de España.