En un día sin precedentes en la historia judicial española, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se presentó esta mañana en el Tribunal Supremo para enfrentar un juicio que podría marcar un punto de inflexión en la política del país. A las 9:40 horas, García Ortiz llegó solo, vestido con un traje, y fue recibido por un grupo de colegas fiscales que le brindaron su apoyo antes de entrar a la sede judicial.

El fiscal general, cuyo cargo lo sitúa en el centro de atención pública, ha tomado la decisión de mantener silencio ante los medios de comunicación, lo que ha incrementado el interés mediático en el caso. Según fuentes del Tribunal, se han acreditado más de 200 periodistas de 59 medios, quienes aguardaban su llegada con gran expectación. Este juicio, que promete ser un evento prolongado, podría extenderse hasta el 13 de noviembre.

Por primera vez en la historia de España, un fiscal general se enfrenta a un juicio mientras se encuentra en el ejercicio de sus funciones. García Ortiz enfrenta graves acusaciones por presunta revelación de secretos, concretamente por haber proporcionado a la Cadena SER información confidencial relacionada con el abogado Carlos Neira. Este individuo había contactado a la Fiscalía en febrero de 2024, sugiriendo que la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, admitiera ciertos delitos fiscales a cambio de un acuerdo que le evitaría la prisión.

El juicio incluirá, además, la declaración de alrededor de 40 testigos, que abarcarán desde fiscales y políticos hasta periodistas, generando un ambiente tenso y expectante. La primera de las sesiones se ha iniciado con las cuestiones preliminares que puedan plantear tanto la defensa como la acusación, mientras que el testimonio inaugural correrá a cargo de Julián Salto, el fiscal que investigó a González Amador y cuyo intercambio de correos electrónicos es clave en el caso.

Posteriormente, se espera la comparecencia de otros testigos relevantes, incluyendo a Pilar Rodríguez, la fiscal provincial de Madrid, y Almudena Lastra, la jefa de la Fiscalía Superior de Madrid, quien ya había cuestionado a García Ortiz sobre la filtración. La jornada culminará con la testimonios de los jefes de prensa de la Fiscalía, quienes aportarán detalles sobre cómo se gestó la polémica nota de prensa que dio inicio a este caso.