El general de Brigada David Blanes, quien anteriormente lideró la unidad fiscal y aeroportuaria de la Guardia Civil en Madrid, compareció este jueves ante el Senado en el marco de la investigación del conocido 'caso Koldo'. Durante su intervención, Blanes confirmó que recibió información sobre el aterrizaje de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas una hora antes de que este hecho ocurriera, específicamente el 20 de enero de 2020. Reconoció que la situación era inusual, puesto que tenía conocimiento de que Rodríguez tenía prohibido ingresar al territorio europeo.

En sus declaraciones, el general Blanes enfatizó que la responsabilidad de controlar la entrada de individuos no autorizados en España recaía en la Policía Nacional, no en la Guardia Civil. Según su relato, fue esta última la que tomó el mando del operativo en ese momento específico. "Desde lo que pude observar, la Guardia Civil actuó de manera correcta, al menos en apariencia", señaló, subrayando que, tras una revisión de los hechos posteriores, no encontró evidencia de delitos o infracciones cometidas esa noche en el aeropuerto.

Blanes detalló que mantuvo informado al coronel Diego Pérez de los Cobos, entonces responsable de la Comandancia de Madrid, tanto a las 3:30 de la mañana como a las 8:30 de la mañana, sobre el desarrollo del incidente. En un intento por esclarecer cualquier posible fallo por parte de la Guardia Civil, solicitó a AENA las grabaciones de las cámaras de seguridad; sin embargo, le informaron que las imágenes estaban reservadas para una investigación judicial en curso.

El exjefe de la unidad aeroportuaria señaló que, días antes, ya había sido informado sobre la llegada de un vuelo procedente de Venezuela, en el que se encontraba el ministro de Turismo venezolano. Sin embargo, hasta el momento del aterrizaje, no había constancia oficial de que Delcy Rodríguez estuviera a bordo. “Era extraño, sobre todo porque no teníamos información oficial al respecto. Nos enteramos a última hora a través de la comisaría de Policía”, explicó, añadiendo que en ese tiempo se encontraba en su domicilio, no en el aeropuerto, donde el avión arribó alrededor de la 1:00 de la madrugada.

Tras comunicarse con la Policía, Blanes corroboró en internet que existía una resolución de la Unión Europea que prohibía a Delcy Rodríguez entrar en el territorio europeo. En respuesta a preguntas sobre si la vicepresidenta venezolana había puesto un pie en suelo Schengen, Blanes se abstuvo de hacer una declaración definitiva, aclarando que no era competencia de la Guardia Civil determinar tal circunstancia, aunque destacó que no se considera que una persona haya entrado en el país hasta que no pasa el control de pasaportes.

En su papel actual como director del gabinete de la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, Blanes negó haber recibido presiones o instrucciones por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, o de cualquier miembro del Gobierno acerca de cómo debía proceder en esta situación. Además, se mostró ajeno a Koldo García y Víctor de Aldama, dos de los investigados en este caso, y mencionó que las imágenes publicadas en la prensa mostraban a individuos caminando por la pista, pero no pudo identificar quiénes eran.

Cuando se le inquirió sobre la posibilidad de que el avión transportara maletas con lingotes de oro, Blanes mostró escepticismo, argumentando que, dada la carga, sería necesario reducir el número de pasajeros para poder acomodarlas. Por último, expresó su falta de pruebas sobre la presencia esa noche en Barajas del guardia civil implicado en el 'caso Koldo', Rubén Villalba, sugiriendo que si hubiera estado presente, su interacción con los demás agentes habría tenido serias repercusiones para él, afirmando que, en ningún momento, el personal de la Guardia Civil tuvo contacto con la comitiva venezolana.