El director interino del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe, ha informado que Ryan Wesley Routh, sospechoso del supuesto ataque contra el ex presidente Donald Trump mientras jugaba al golf el domingo en Florida, no llegó a disparar al ex mandatario y que Trump no estaba dentro de su campo de visión.

Ron Rowe ha destacado que el detenido "no disparó ni llegó a abrir fuego", explicando que los agentes del Servicio Secreto no pudieron inspeccionar todo el campo de golf antes de la llegada de Trump, ya que no estaba en la agenda. Según informó CBS, Rowe dijo que fue un plan de "emergencia".

"No se suponía que el presidente fuera allí", expresó. "No estaba en su agenda oficial. Preparamos un plan de seguridad, y el plan de seguridad funcionó", agregó, luego de que las autoridades revelaran que el sospechoso estuvo en el lugar durante doce horas antes de ser detenido.

"Hacemos evaluaciones constantes a partir de las amenazas", explicó Rowe. "Lo que hemos demostrado es que nuestros agentes y métodos de protección están funcionando", elogió, señalando que el organismo revisará lo sucedido para sacar lecciones.

Routh, de 58 años, enfrenta dos cargos federales por uso ilegal de armas de fuego. La primera audiencia está programada para el 23 de septiembre, y la lectura de cargos se realizará una semana después.

Este es el segundo incidente de este tipo en el que se ha visto envuelto Trump en los últimos meses, después de resultar herido en julio durante un mitin de campaña en Pensilvania. En esa ocasión, el autor de los disparos fue abatido por las fuerzas de seguridad.