El líder del grupo BMW, Oliver Zipse, ha expresado su desacuerdo con los aranceles propuestos por la Unión Europea a la importación de vehículos eléctricos chinos, instando al Gobierno de Olaf Scholz a oponerse en la votación programada para este viernes.
Zipse argumenta que la prosperidad económica de Alemania está en juego, ya que depende de la apertura a los mercados globales y al libre comercio. Considera que imponer aranceles adicionales al actual 10% perjudicaría a las empresas alemanas a nivel mundial y desencadenaría un conflicto comercial con consecuencias negativas para todos.
Por lo tanto, el ejecutivo de BMW insta al Gobierno alemán a votar en contra de los aranceles adicionales en la Unión Europea, según un comunicado emitido.
La postura de BMW se suma a la de otros fabricantes de automóviles alemanes que también se oponen a los aranceles. El CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha abogado por la apertura de los mercados globales, mientras que su homólogo en Volkswagen, Oliver Blume, ha expresado preocupación por un posible conflicto comercial con China.
Según la VDA, la industria automotriz alemana exportó vehículos y piezas por valor de 26.300 millones de euros a China el año pasado, mientras que se importaron coches y componentes valorados en 6.800 millones de euros desde China.
El viernes, los Estados miembros de la UE discutirán la imposición de aranceles definitivos de hasta el 45% a las importaciones de coches eléctricos chinos. Para que la medida se apruebe, se requerirá una mayoría cualificada que incluya 15 Estados miembros representando el 65% de la población del bloque. Hasta el momento, España y Alemania, dos de las principales economías, se han mostrado en contra de la medida.
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