Crónica España.

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EEUU evalúa clasificar a los principales cárteles brasileños como grupos terroristas.

EEUU evalúa clasificar a los principales cárteles brasileños como grupos terroristas.

En un notable giro en la lucha contra el narcotráfico, Estados Unidos está considerando clasificar a dos de los cárteles brasileños más peligrosos, el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho, como organizaciones terroristas. Esta información fue compartida por el fiscal especializado Lincoln Gakiya, quien trabaja para la unidad contra el crimen organizado de Sao Paulo, y se ha confirmado a través de fuentes gubernamentales de Estados Unidos.

Gakiya ha señalado que la administración estadounidense probablemente comenzará por el PCC, la organización delictiva más poderosa de Brasil, que se originó en una prisión en Taubaté. A medida que avancen las evaluaciones, se espera que la etiqueta de terrorista también se extienda al Comando Vermelho, que ha estado bajo el foco de intensas operaciones policiales, recientemente culminando en una violenta intervención que dejó más de 120 fallecidos.

El fiscal Gakiya subrayó que la clasificación por parte de Estados Unidos refleja la creciente preocupación por el impacto que estos grupos tienen en la seguridad nacional americana. En relación con las operaciones en curso del Ejército de EE. UU. en diferentes regiones, incluidas el Caribe y Venezuela, algunos organismos no gubernamentales han expresado críticas sobre la forma en que se llevan a cabo.

Un funcionario estadounidense anónimo ha confirmado que la administración actual está inclinándose hacia la designación de ambos cárteles como terroristas, aunque aún no se ha tomado una decisión final. Hasta el momento, el Departamento de Estado no ha emitido ningún comentario oficial sobre esta situación.

En este contexto, EE. UU. ya ha catalogado a varios cárteles latinoamericanos, entre ellos el venezolano Tren de Aragua y la MS-13 de El Salvador, como organizaciones terroristas extranjeras, lo que les otorga mayores herramientas para imponer sanciones y compartir información de inteligencia a nivel internacional.

Gakiya, quien ha estado investigando el auge del PCC durante más de 20 años, considera que, a pesar de que el Tren de Aragua tiene menos recursos que el PCC, la situación sigue siendo grave. El PCC ha evolucionado de ser una pandilla carcelaria a dominador en el narcotráfico sudamericano.

El gobierno del presidente brasileño Lula da Silva ha desestimado las solicitudes anteriores de la administración de Trump para catalogar a las organizaciones criminales de Brasil como terroristas. Argumentan que la motivación de estos grupos es netamente económica, lo que se distancia del perfil ideológico de muchos grupos terroristas. Actualmente, el Congreso brasileño está evaluando un proyecto que plantearía esta clasificación, generando presión sobre el presidente Lula.

Ante esta propuesta, Gakiya ha criticado la iniciativa, señalando que no impactaría la postura de EE. UU. y que, en realidad, podría obstaculizar los esfuerzos brasileños para combatir el crimen organizado. Su opinión es que se debería clasificar a estos grupos como organizaciones mafiosas, dado que su modus operandi está vinculado a la búsqueda de beneficios económicos más que a causas ideológicas.

Asimismo, Gakiya advirtió que estos cárteles exhiben patrones típicos de mafias, tales como la lucha por el control territorial y la corrupción de funcionarios estatales. Este enfoque delictivo ha suscitado un intenso debate en Brasil sobre cómo abordar el problema del narcotráfico, especialmente tras una reciente y violenta represión policial en Río de Janeiro.

La operación llevada a cabo el 28 de octubre, bajo la dirección del gobernador de Río, Claudio Castro, estaba enfocada en desmantelar la estructura del Comando Vermelho, que ha extendido su influencia desde las favelas hacia otras áreas del país. Las violencias que se desencadenaron durante los enfrentamientos elevó de forma alarmante el número de muertes a cifras triples.

A pesar del respaldo que algunos sectores de la política de derecha dan a estas acciones de fuerza, Gakiya consideró que la respuesta ha sido ineficaz. Según él, las muertes son inaceptables, sin importar el perfil de las víctimas, ya sean criminales o miembros de las fuerzas del orden.

Comparó la situación actual con la Operación 'Carbono Oculto', una campaña previamente exitosa contra el crimen organizado que desarticuló una red de lavado de dinero vinculada al PCC sin causar ninguna pérdida de vidas. Gakiya abogó por una estrategia más cuidadosa en el futuro, con el objetivo de recuperar el control de los territorios sin poner en riesgo vidas humanas.