El panorama político en el PSOE-M se torna cada vez más complicado para su secretario general autonómico, Juan Lobato. Varios miembros del partido han manifestado su desacuerdo con las acciones recientes de Lobato, especialmente por su decisión de llevar ante notario su conversación con la jefa de Gabinete del ministro Óscar López, Pilar Sánchez Acera. Estas críticas sugieren que Lobato se encuentra en una posición vulnerable, y algunos analistas creen que su salida podría ser inminente, justo antes del 41 Congreso Federal que comienza este viernes.

Según han indicado fuentes cercanas a Europa Press, la decisión de acudir a una notaría es incomprensible para muchos en el partido y está perjudicando gravemente la imagen de Lobato entre las bases, hasta el punto de que se anticipa una pérdida de apoyo que podría superar la mitad de la Ejecutiva autonómica en pocas horas. Este movimiento no solo ha levantado dudas sobre su liderazgo, sino que también refleja tensiones internas que han comenzado a resquebrajar su autoridad.

Además, se ha reportado que las últimas horas han sido decisivas para Lobato, con un clima de inquietud que ha llevado a numerosos cargos del partido a conectarse entre sí para discutir su posible salida. Diversas fuentes han señalado que la dirección nacional del PSOE también está tomando medidas para facilitar su destitución, lo que agrava aún más la crisis en la que se encuentra inmerso.

A pesar de que algunas voces dentro de la federación de Madrid se muestran menos críticas con Lobato, reconocen que esta situación podría servir como una excusa para que los poderes en Moncloa y Ferraz busquen desplazarlo de manera efectiva. Este dirigente ha expresado su inquietud ante la creciente presión que se ejerce para minimizar los apoyos internos de Lobato en la comunidad, sugiriendo que hay un movimiento orquestado detrás de las críticas.

La situación estalló tras las declaraciones de Lobato, quien reveló que había recibido un correo electrónico desde Moncloa con información sobre el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. También admitió haber registrado una conversación con Sánchez Acera, que tuvo lugar en marzo, mientras ella ocupaba su cargo bajo la dirección de López, quien forma parte del gabinete de Pedro Sánchez en la actualidad.

Lobato defendió su decisión de acudir a la notaría como un medio para demostrar que la información que usó contra Ayuso durante un debate parlamentario provenía de los medios de comunicación, y no de una filtración relacionada con una investigación judicial por revelación de secretos que afecta al fiscal general. Sin embargo, esta justificación no ha convencido a muchos en el PSOE de Madrid, quienes opinan que su acción ha sido vista como una traición a sus compañeros, dado que Sánchez Acera es una figura importante dentro del partido.

Algunos militantes consideran que este fue un error fatal, que ha puesto a Lobato en una posición de la que no podrá recuperarse. Existen expectativas de que, en breve, una serie de dimisiones en masa dentro de la Ejecutiva autonómica forzarán a Lobato a retirarse de su cargo, lo que aumentaría la presión sobre su liderazgo y podría culminar en su destitución.

Los detractores más fervientes de Lobato no dudan en afirmar que debe abandonar su puesto de inmediato, ya que liderar la delegación de Madrid en el 41 Congreso Federal, que se desarrollará el 29 de noviembre en Sevilla, se ha vuelto insostenible. Consideran que ha perdido la confianza de la mayoría del partido y que no puede representar dignamente a los militantes en este contexto tan adverso.

Por último, estos críticos subrayan que Lobato carece de la fortaleza necesaria para colocar a representantes de Madrid en posiciones de poder a nivel federal, ya que aseguran que "nadie le va a querer escuchar" tras este episodio que ha sacudido los cimientos del PSOE-M.