En el contexto político actual de España, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha destacado ayer que las amenazas de Junts de romper con el Gobierno no se materializarán en la práctica cotidiana y que será complicado para ellos rechazar todas las iniciativas que se presenten.

Durante una entrevista en la emisora pública RNE, Morant reaccionó a las inquietudes sobre la posible ruptura del partido liderado por Carles Puigdemont y su impacto en la estabilidad de la Legislatura. La ministra enfatizó que estas amenazas no son viables, ya que el partido catalán no podrá permitirse votar en contra de todos los proyectos, especialmente aquellos que son de interés para su electorado.

Como ejemplo claro, Morant mencionó el Real Decreto que destina cerca de 500 millones de euros a las personas afectadas por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), cuestionando si este asunto relevante para muchos ciudadanos de Cataluña podría ser objeto de un voto en contra por parte de Junts.

La ministra subrayó que tal postura no se alinea con las expectativas de los votantes hacia sus representantes, quienes esperan decisiones responsables y ajustadas a las necesidades de la población. En este sentido, Morant indicó que los electores de Junts esperan que sus votos reflejen una postura sensata en función de qué se esté debatiendo.

Además, Morant amplió su crítica a otros partidos políticos, incluyendo al Partido Popular, dejando a Vox fuera de la discusión. En su opinión, resulta incomprensible cómo el Partido Popular se ha opuesto a reformas laborales o a medidas importantes en favor de las familias y empresas, como aquellas relacionadas con los precios energéticos.

En resumen, la ministra de Ciencia sostiene que un partido político no puede distanciarse de los temas relevantes que se someten a votación, especialmente en una Legislatura donde se deben tomar decisiones cruciales. Morant concluyó afirmando que, aunque el Partido Popular y Vox han mostrado actitudes similares, no cree que Junts pueda permitirse el lujo de hacerlo si desea mantener su credibilidad ante los votantes.