En medio de los devastadores incendios que han consumido más de 10.000 hectáreas en Portugal, el programa espacial de la Unión Europea ha capturado una impactante imagen a través del satélite Sentinel-3 de Copernicus. La nube de humo se expande sobre el océano Atlántico, cubriendo aproximadamente 100.000 kilómetros cuadrados, en un desastre que ha cobrado la vida de siete personas y mantiene a más de 5.000 bomberos combatiendo las llamas.
Las autoridades locales han emitido alertas sobre el alto riesgo de incendios forestales que persistirá hasta al menos el 20 de septiembre. Ante esta crisis, la Unión Europea ha activado el Mecanismo de Protección Civil y ha desplegado aviones de extinción de incendios de diversos países para apoyar las labores de extinción. Además, se han puesto en marcha iniciativas de cartografía detallada para fortalecer la gestión de emergencias.
En este contexto, Eltiempo.es ha recordado la importancia de la ‘regla 30-30-30’, que identifica las condiciones propicias para grandes incendios forestales. Sin embargo, hay una luz de esperanza en el horizonte, ya que se pronostica una alta probabilidad de lluvias para el viernes. A pesar de no esperarse intensidades significativas, se prevé que estas precipitaciones puedan contribuir a las tareas de extinción.
En cuanto a las condiciones climáticas previas al viernes, se espera un viento que variará de sureste a noroeste con velocidades cambiantes. A pesar de alcanzar altas temperaturas entre los 26ºC y 30ºC, se estima que la humedad estará por encima del 70%. Para el jueves, se prevén condiciones aún más favorables para el control de los incendios, con vientos del noroeste y temperaturas máximas más frescas. El escenario parece mejorar progresivamente hasta la llegada de la posible lluvia del viernes, que se presenta como un rayo de esperanza en medio de la tragedia.
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