En Madrid, el 23 de noviembre, la cumbre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP29, ha concluido con la divulgación de una declaración final que ha generado revuelo en el ámbito internacional. La presidencia de la conferencia ha dado a conocer que los países desarrollados se han comprometido a destinar una impresionante suma de 300.000 millones de dólares, equivalentes a 290.000 millones de euros, de forma anual a partir del año 2035.

Este considerable compromiso financiero será dirigido a naciones en vías de desarrollo, después de intensas negociaciones que se prolongaron durante toda la noche. Este acuerdo plantea interrogantes sobre la efectividad y la necesidad de tal inversión, y invita a un análisis más profundo sobre las implicaciones que tendrá para la economía global y la soberanía de los países receptores.