En Madrid, el próximo 25 de noviembre se llevará a cabo una marcha organizada por la Comisión 8M con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Este evento tiene como objetivo promover una “justicia feminista” y exige el cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) así como la derogación de la Ley de Extranjería.

La organización hizo pública su convocatoria en una rueda de prensa celebrada el jueves anterior a la manifestación, la cual comenzará a las 19:00 horas en Atocha y concluirá en la emblemática Plaza de Cibeles. El lema de este año, “Juntas, el miedo cambia de bando”, alude a la idea de que las mujeres, al trabajar en conjunto a través de asambleas en sus comunidades y lugares de trabajo, pueden deshacerse del temor que a menudo enfrentan en sus entornos.

Iria González, representante de la Comisión 8M, hizo énfasis en cómo la lucha contra el miedo se enmarca dentro de un esfuerzo común entre mujeres, donde se busca crear un espacio seguro para poder expresar sus inquietudes y hacer denuncias sin temor a represalias. Este año, la temática central gira en torno a la importancia de unirse para combatir el miedo que muchas sienten al abordar cuestiones críticas dentro de sus espacios más cercanos.

González también destacó que para erradicar las numerosas formas de violencia que enfrentan las mujeres, es necesario adoptar un "cambio estructural", lo que implica acciones inminentes como el cierre de los CIE y la derogación de la Ley de Extranjería. Criticó el trato que reciben las personas recluidas en estos centros, subrayando que se violan sus derechos fundamentales, incluida la libertad de movimiento. Adicionalmente, la Comisión 8M solicita la regularización de todas las personas en situación migrante.

En cuanto a la necesidad de una “justicia feminista”, González exigió que se abandonen prácticas como el síndrome de alienación parental, que afectan negativamente a muchas mujeres. La organización sostiene que se debe garantizar el acceso a la justicia para todas, sin importar su situación migratoria, y aboga por un proceso que evite la revictimización y promueva la reparación de las víctimas, así como medidas que aseguren que estas violencias no se repitan en el futuro.

Justa Montero, otra portavoz de la Comisión, reiteró en la rueda de prensa que el manifiesto es un llamado a la movilización social contra todas las formas de violencia que sufren las mujeres. Hizo hincapié en varios tipos de violencia, incluyendo la sexual, feminicidios, delitos de odio, violencia racista y económica, acoso laboral y la trata con fines de explotación sexual y laboral.

La Comisión también expresó su solidaridad hacia las mujeres en Valencia que convocan acciones este 25N en contra de la violencia machista y racista, además de criticar la gestión de situaciones de emergencia como la DANA.

En cuanto al estado actual del movimiento feminista en la Comunidad de Madrid, Montero afirmó que se encuentra en buena forma y está respondiendo a los desafíos que se presentan. Comentó que hay una diversidad de colectivos activamente involucrados, capaces de contrarrestar las narrativas que provienen de los gobiernos, incluida la administración de la Comunidad de Madrid.

Además, Olga Navarro, también de la Comisión 8M, adelantó que el recorrido de la marcha comenzará en Atocha, continuará por el Paseo del Prado hasta llegar a Cibeles, y culminará en el edificio Metrópolis, donde se procederá a la lectura del manifiesto. La cabecera de la marcha estará conformada por grupos como mujeres palestinas, quienes denunciarán lo que consideran un "genocidio" en Gaza.

Por otro lado, la manifestación contará con un bloque no mixto formado por alrededor de 25 colectivos, incluyendo la Comisión de Migración y Antirracismos. Detrás de ellos, marchará un bloque mixto abierto a la ciudadanía que desee participar, acompañado por una batucada.

Finalmente, Navarro mencionó que se realizarán dos paradas durante el recorrido. Una de ellas se llevará a cabo en Cibeles, donde se llevará a cabo una acción de protesta en memoria de las víctimas de la violencia, y la otra se realizará después de la lectura del manifiesto, con una sesión de percusión animada por la batucada.